1. El capataz y el señorito 2


    Fecha: 26/05/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: dante1802, Fuente: SexoSinTabues

    ... quieres que sepan que eres mi puta porque eso eres. Y Bruno aceleró las embestidas taladrando el ano del rubio que recibía verga en posición de misionero. En ese momento alguien tocó a la puerta. Era la sirvienta que le preguntaba al señorito si quería que le subieran la cena. Ricardo no podía contestar pues temía ser descubierto pero Bruno le dijo: contéstale. Y le dio una fuerte estocada. Ricardo tuvo que hacer un gran esfuerzo para responder: ah ah ah gracias pero no quiero nada. La sirvienta escuchó la voz entrecortada del joven. Sirvienta: ¿señorito está bien? Ricardo: sí ah ah ah estoy bien. Retírate por favor. Ah ah ah Sirvienta: como diga señorito. Buenas noches. Y al escuchar que los pasos se alejaban, el capataz aceleró las embestidas y el rubio no pudo evitar gemir más fuerte por el dolor, entonces Bruno se levantó de la cama y sin sacar su verga del culo de Ricardo lo cargó en sus brazos y lo penetraba salvajemente. Ricardo para no caer se aferró del cuello del hombre y como única venganza para hacerlo sufrir rasguñó su espalda, pero esto excitaba más al semental. Bruno: rasgúñame cuanto quieras, me excita que así sea, jajajaja Y cuando Bruno sintió que iba a explotar se arrojó con Ricardo a la cama penetrándolo más profundamente, lo que hizo gritar al rubio que sintió la verga de su violador llegando a donde nunca nadie lo había tocado. En ese momento el capataz comenzó a deslecharse en el interior del joven que había sido violado por segunda ocasión. Bruno: ...
    ... recibe mi leche en tu culo. te lo dejo dentro para que siempre lleves algo de mí. eres como mi mujer y yo tu marido. Siempre debes estar con el pozo lleno, jejeje. Al sentir sus intestinos llenos de leche, Ricardo se sentía más humillado, pero no podía hacer nada. Esa sería una noche larga para Ricardo, porque Bruno no se iría tras hacerlo suyo, el semental saciaría sus ganas con el rubio varias veces más violándolo en posiciones más humillantes y dolorosas para el señorito que sin poder hacer nada se dejó usar como muñeca inflable. El capataz gozó del culo del joven las veces que quiso hasta quedarse dormido y satisfecho. Ya era de madrugada cuando Ricardo recobró la conciencia y con gran dolor en su culo se levantó de la cama y odió la imagen que vio. Bruno, un hombre de más de 40 años, ignorante y peludo estaba desnudo en su cama, sudoroso y con la verga flácida manchada de semen y sangre. Lo peor es que él también tenía ambos líquidos en su cuerpo, su culo nuevamente ardía y deseó morirse o matar al hombre pero no podía hacerlo. Como pudo se levantó y decidió bañarse aunque fuera muy tarde. Ricardo abrió la regadera y empezó a bañarse limpiando su cuerpo, estaba enjabonándose cuando sintió que alguien abrió su cortina y era Bruno que le dijo: no me gusta que me dejen solo en la cama. Ricardo llorando le pidió: por favor, ya tuviste lo que quisiste déjame en paz. Bruno: soy un macho muy ardiente y aún quiero más de ti. Y Bruno se metió a la regadera mojándose con el agua que ...
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