La amiga de mi cuñada
Fecha: 28/09/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: afuentes, Fuente: CuentoRelatos
... de leche papito. Lléname toda.
Eyaculé dentro de lucía y nos tendimos en el sillón sin salir de ella, en posición de cucharita, recuperamos el aliento y nos dimos una pausa. Parte de la leche cayó sobre el sillón, así que nos desnudamos para no manchar nuestra ropa.
Lucía no se apenaba por su cuerpo, todo lo contrario, portaba su exceso de peso con naturalidad y sensualidad, verla caminar desnuda por la habitación era un espectáculo, me encantaba ver su gran trasero o sus tetas generosas moviéndose de un lado a otro.
Llamamos al servicio al cuarto y ordenamos bebidas, llenamos el jacuzzí con agua caliente y un sobre con shampoo para las burbujas, cuando llegaron las bebidas nos metimos en el jacuzzi para relajarnos. Yo me senté recargado en una orilla y Lucía se sentó delante mío entre mis piernas, de ese modo podía hablarle al oído, besar su cuello, acariciar sus pechos y hasta meterle mano en su sexo.
Hablamos un poco de todo, Lucía aceptó el morbo que le producía que Andrea fuera mi cuñada, era un plus que le venía bien a nuestro encuentro, así que le sugerí llamarla para saludarla. Lucía sonrió y salió de la tina para buscar su celular, de regreso se sentó al lado mío y marcó el número de Andrea y puso el teléfono en altavoz.
- Hola Lucy, ¿cómo estás? (contestó Andrea)
- Aquí aburriéndome amiga, ya ves que Antonio salió de viaje.
- Es verdad, ¿por qué no vienes a mi casa?, mi hermana vino de visita, a su marido le tocó trabajar hoy.
- ...
... Salúdamela por favor.
- ¿Te esperamos?
- No amiga, mejor preséntame un galán, el clima está como para coger todo el día.
- Jijiji, te pasas, si conociera a alguno me lo daba yo.
- Envidiosa.
- Pórtate bien, y si no te vas a portar bien pues me invitas.
- Ok, amiga pues pásatela bien, yo seguiré aburriéndome en casa como la mujercita abnegada que soy.
- Jijiji Ok amiga, bye.
- Bye.
Esa pequeña conversación me puso caliente y morboso, el descaro de Lucía simplemente me ponía a mil, así que después de poner su teléfono a salvo, la besé con pasión y ella se subió en mí, y sin más buscó ensartarse con mi palo erecto, ella estaba igual de caliente que yo así que comenzamos a movernos frenéticamente bajo el agua y las burbujas, su cuerpo resbaloso y sus sentones encima mío eran deliciosos, la habitación se volvió a llenar de sus gemidos, después de un rato Lucía se bajó de mí y se hincó en una orilla del jacuzzi, recargándose con los antebrazos en una posición casi de perrito, aproveché el agua jabonosa y le acaricié el ano para dilatarlo un poco, en esos momentos lo único que quería era poseer esa cola y hundir mi verga entre ese enorme par de nalgas.
Después de jugar un poco con el ano de Lucía me puse detrás de ella y comencé a penetrarla, el jabón hacía que la penetración fuera mucho más fácil y en poco tiempo estaba ya embistiendo a Lucía con fuerza, el agua salpicaba en todas direcciones, y el lenguaje sucio apareció.
- ¿Te gusta putita? (pregunté a ...