Fui puta por un día
Fecha: 02/10/2021,
Categorías:
Primera Vez
Autor: carogonza80, Fuente: CuentoRelatos
... era mi primera vez con dos hombres pero sí lo era siendo puta.
Nos encontramos con un beso suave, como pidiéndonos permiso.
Y comenzamos a conocernos.
Supe su nombre, Pablo, y que estaba muy nervioso.
Con mi mano entre sus jeans note el efecto que los nervios provocaban en su miembro flácido.
Algo dentro mío se encendió y supe que era el momento de demostrar que tan puta podía ser.
Le quite la ropa y le dije -quedate tranquilo, déjame trabajar. Te cobro la mitad ahora y la mitad al terminar de acuerdo?
Solo asintió con la cabeza y depositó algo de dinero sobre la mesa.
Coloque en mi boca una pastilla de mentol y me arrodille frente a él, que estaba parado frente a mí y más relajado. Introduje su pene en mi boca, y jugué con la punta de mi lengua de un lado al otro, distribuyendo el mentol por el pene.
Introduje todo el pene, hasta llegar a mi garganta y lo sostuve con mis manos con fuerzas, jugaba con movimientos rápidos, y los combinaba con movimientos suaves y lentos. Colocando mis manos en su trasero, me pongo de pie, su pene estaba erecto, bien duro.
Y de pie frente a él, mirándolos a los dos les digo -Yo soy la puta acá. Hago lo que me gusta. No recibo órdenes. Dejame trabajar y ...
... relájate.
El muchacho explotaba, solo quería que siga con lo que tenía pensado hacerle. Mi chico me miraba divertido. Al verlo tan atento, lo invitamos a participar. Se pone de pie. Yo hago lo mismo.
Mi cliente exhalaba placer.
Cruzamos miradas pícaras entre los tres y casi instintivamente comenzamos.
El cliente seguía parado, mi chico acompañaba con su mano mi movimiento con su mano apoyada sobre mi nuca. A mi lado. Luego se reclina y me tomó suavemente de la cadera y me ayuda a ponerme de pie, quedando mis piernas rectas, abiertas, exponiendo mi vagina y me penetra, acompañando mis movimientos orales.
El ambiente estaba cada vez más caliente, el juego nos había excitado a los tres, éramos fuego puro, nuestra sangre hervía.
Llegamos los tres al orgasmo juntos. Fue muy fuerte y ardiente la experiencia.
Los muchachos depositaron el dinero restante sobre la mesa.
Mi hermoso y joven primer cliente se despidió sonriente con un beso y se fue.
Mi chico asombrado y complacido decidió tomar una siesta.
Yo, por el contrario, me duche, sola y me masturbe recordando mi desempeño en el desafío propuesto...
Salí de compras durante toda la mañana a gastar el dinero que había ganado la noche anterior.