Despertando sin ti
Fecha: 04/10/2021,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos
¿Ha sucedido realmente o acaso tan solo ha sido un sueño?
Eso es lo que ahora me pregunto aquí tumbado en mi cama, la luz de la mañana entra por la ventana desperezando las tinieblas de mi habitación, mientras, yo intento asimilarlo todo y cerciorarme de si ha sido una fantasía o algo real, y mi mente comienza a despertarse y a recordar como ha sucedido todo desde el principio.
Apareciste en mi vida una tarde a través de una ventana en mi ordenador, la lectura y escritura fue al principio nuestro nexo de unión. Desde ese primer contacto me di cuenta de que eras una mujer muy especial, tu forma de escribir, de hablar, de expresar tus sentimientos, todo en ti rebosaba sensibilidad a flor de piel.
Nuestras conversaciones eran cada vez más extensas y distendidas, nos contábamos nuestras inquietudes, problemas e ilusiones ante la vida, cada día nos conocíamos un poco más. Me encanta oírte hablar de tu familia. También intento apoyarte, quizás consolarte, en algunos momentos difíciles. Desde el principio ha habido sinceridad y complicidad en nosotros, y eso no es algo a lo que yo esté acostumbrado, lo cierto es que solía ser bastante distante, pero a tu lado todo es muy sencillo, todo fluye y surge como algo natural.
La primera vez que te vi me enamoré de tu sonrisa, una sonrisa sincera, franca, que otorga a tu rostro una hermosa dulzura, tu mirada es directa y profunda, tu melena morena imprime a tu cara la delicadeza de una muñeca de porcelana, tus curvas ...
... generosas muestran a una mujer experimentada, madura y segura de sí misma, sin embargo, hay momentos en los que te sientes una niña con importantes carencias de afecto y amor.
Procuro estar a tu lado, o quizás debería decir que procuro estar a tu altura, y aunque te parezca una tontería, así lo es en muchos momentos. Me duele cuando te sientes profundamente abatida ante los distintos proyectos que la vida te va proponiendo, me siento enfadado, dolido y, porque no decirlo, celoso cuando veo que él te hace daño y te hiere con su falta de comprensión, y cuando tú aún sigues sintiendo lo que sientes por él, aun así, siempre procuro estar contigo y apoyarte en lo que puedo.
Por eso ahora, aquí tumbado, intento discernir si estoy feliz porque haya sido un sueño o porque haya sucedido.
Un día propusimos vernos ya en la vida real, nada de pantallas. Los nervios según lo comentábamos se apoderaban de mí.
Todo resultó mucho más fácil de lo que esperaba, surgió de una forma natural, contigo siempre es así, y cuando me indicaste donde podíamos encontrarnos para conocernos mi pulso se aceleró desbocado.
El día y hora señalados llegaron, y allí estabas tú, impaciente, alegre, nerviosa como una quinceañera. Yo tarde unos minutos en llegar, también nervioso y no voy a negar que con cara de atontado. Según iba acercándome al lugar de encuentro comencé a elucubrar posibilidades, quizás te habías arrepentido a última hora, quizás algún imprevisto te impedía venir, quizás, quizás... ...