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Sexo con olor y sabor a naranja
Fecha: 04/10/2021, Categorías: Sexo Oral Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... le sobaba el clítoris hasta que hizo una mueca de placer y se corrió intensamente tragándose los gemidos para no exponer lo que hacíamos. Me sequé los dedos en sus pantalones y podía sentir ese olor a su sexo y Yammi para camuflar ese olor había pelado una naranja que llevaba. Obviamente estaba muy excitado y el nivel de adrenalina era demasiado y pensé que solo se quedaría en eso. Nunca esperé que Yammi tomara posición y me bajó el cierre del pantalón, al cual le tuve que asistir para sacarme la verga que estaba muy erecta. Por debajo de la cobija solo sentía la mamada delicada de esta linda chica. Estaba tan excitado que en cinco minutos hizo que me corriera y le dejé ir mi descarga en su preciosa boca. A medida que lo expulsaba ella se lo tragaba y volví a sentir ese olor a sexo. Yammi volvió a exprimir las cascaras de naranja y se quitó ese olor y paladar de su boca comiendo naranja. Así con la verga mojada con la saliva de esta linda mujer me tuve que acomodar y abrochar de nuevo el pantalón. Ella me miraba seriamente sin decir palabra y por el resto del camino se recostó en mi hombro hasta que despertamos al llegar a casa. Días después estábamos cogiendo en un motel cerca de su casa, pues habíamos quedado picados de tener sexo. Siempre llegaba ...
... con sus diminutas tangas y comenzábamos con esa rutina del sexo oral, pasábamos al vaginal y concluíamos con un anal. Creo que fue Yammi la primera chica que no tuve que rogar para que me diera el culo, ella me lo ofreció con esa sensación de curiosidad y el cual gozaba haciendo. Siempre salíamos de esos moteles adoloridos de una larga faena en las que llegaban a los 7 u 8 polvos. Yammi creo que también fue la primera con la que jugaría con sus juguetes sexuales, la primera que se ponía sabores en la conchita y por alguna razón como una forma de fetichismo, le gustaba que le insertara hielo en su conchita y ano. A veces le insertaba una paleta y le gustaba verme chupar y comer la paleta. También, le gustaba mucho coger mientras tenía algún consolador en su ano. Era de esa manera como lograba los más extensos y satisfactorios orgasmos. Siempre pensé que esa experiencia en el vehículo y con toda su familia en él había pasado desapercibida, pero me equivocaba. Maggi un día en son de broma me lo dijo cuando llegó de visita a mi casa: -¿Siempre te ves con mi hermana? -¿De qué hablas? –le pregunté. -Tony, ¿a poco crees que no nos dimos cuenta tu hermana y yo de lo que ustedes hacían atrás en el coche? Ustedes si que tienen su valor par de picaros.