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Una experiencia deliciosa: Mi desvirgada anal
Fecha: 05/10/2021, Categorías: Bisexuales Autor: Catalina Cross, Fuente: CuentoRelatos
Hoy quiero relatar lo que me sucedió en una de mis primeras visitas a unas cabinas de video XXX. Como ya saben soy un hombre bisexual y no puedo negar que he disfrutado de ricas experiencias sexuales con mujeres como con hombres y parejas, pero en esta ocasión les relataré una experiencia que me sucedió hace varios años ya con un muchacho. Para esa época tenía más o menos 24 años y ya había ido un par de veces. Esas cabinas en particular tenían en sus paredes laterales unas ventanillas corredizas las cuales permitían ver a tus vecinos de al lado y lo que hacían. A veces era más excitante verlos a ellos que no las mismas películas. Esa vez fui en la tarde alrededor del medio día y vi que solamente había una cabina ocupada. Seleccioné la película y la cabina de al lado y me dispuse a ver el video. Cuando llevaba unos quince minutos escuché a mi vecino gimiendo suavemente. Corrí la puerta de la ventanilla y vi a un muchacho de unos 22 años aproximadamente el cual me pareció agradable físicamente y que tenía en sus manos su verga, la cual frotaba lentamente mientras veía su película. Me quedé observando por unos segundos cuando él me miro y siguió en su tarea. Realmente tenía una verga bonita, no era muy grande ni gruesa y saqué valor de mi excitación para pedirle que me dejara tocársela. El muchacho no dijo nada, se levantó y al momento lo tenía golpeando la puerta de la cabina donde yo me encontraba y con algo de nervios, abrí y allí estaba él. Era de mi ...
... estatura y llevaba puesto un pantalón de sudadera el cual se bajó tan pronto entró. Cuando tuve esa verga en frente la toqué con delicadeza, él se sentó y yo me arrodillé, humedecí mis manos con saliva y lo empecé a masturbar muy suave y lentamente tal y como él lo estaba haciendo. Sentí entonces los deseos más grandes de tener ese hermoso ejemplar en mi boca y le dije a el chico que si le importaba que se lo chupara a lo cual él respondió que no. Como era mi primera vez y por la situación le pedí un condón. Él se levantó y trajo uno de la cabina en que estaba. Se lo puso y me pegué como un ternerito a mamarlo. Era algo extraño por el preservativo pero era agradable sentir como entraba y salía por completo ese miembro de mi boca. Estuve así unos minutos y el muchacho me dijo que si quería me lo metía en mi culito. Estaba tan excitado que acepté, solamente le pedí que usara algún lubricante. Al parecer el chico ya sabía a lo que iba porque trajo un frasco de crema para las manos y lo aplico en mi ano. Yo me quité los zapatos y el pantalón y me acomodé, me puse de espaldas y me ubiqué para recibir ese trozo de carne. Lo tomé con una mano y lo ubique a la entrada de mi culito y sentí como empezó a entrar lentamente. Sentí algo de incomodidad al principio pero en la medida que empezaba a entrar y salir, esa sensación se convirtió en placer. Me sentía como el protagonista de la película que estaba viendo y estuvimos en esa posición unos cinco minutos. Después le pedí que se ...