Yo (35) y mi historia con mi hijito - Relatos Eróticos

Yo (35) y mi historia con mi hijito

Éste relato es ficticio. Hola, me llamo Luciano. Tengo 35 años, 1,87 , barbudo, flaco y un poco marcado. Vengo de una zona céntrica de Córdoba, Argentina, a mis 17 años nos mudamos con mi familia hacia una zona más despoblada. A los 24 conocí una pendeja de 12 en ese pueblucho, era hermosa. A los 13 la desvirgué y como era común por ahí, no dijieron mucho sobre la edad. Pasó el tiempo y le agarré cariño a la pendejita esa así que nos pusimos de novios. Le puse los cuernos con todas las minas del pueblo, más viejas, más jóvenes,hasta una vecinita de 10 que gustaba de mi y me mandaba cartitas. Cuando mi novia cumplió 17 me cuenta que está embarazada, yo me quería cortar las bolas, pero después me cayó un poco mejor la idea entonces decidimos tenerlo. Pasaron los 9 meses más buenos de mi vida, pensar que adentro de su pansa había un hijo mío y estar culiandola me ponía loco. A los 9 meses nace Santiago. era muy chiquitito y desde chiquito se le veía un parecido a su mamá. Nunca me gustaron los bebés pero con él fui más tolerante a los llantos y todas esas cosas pero las cosas fueron tornandose raras al poco tiempo. Me volvía loco verlo tomar la teta (chuparle las tetas) a mi mujer, me re calentaba, así que no me aguánté y cáda vez que le daba de tomar la teta, me garchaba a su madre con él en la teta. Verlo a él tomarle la leche y su madre tomando mí leche, era el paraíso. Por cuestiones de quehaceres su mamá estaba ocupada y muchas veces yo le tuve que cambiar los pañales. Era ...

... algo raro y complicado para mi, complicado era poner los pañales y raro era limpiarlo, tener que limpiarle el culito ese rosita, sanito, hermoso que tenía y la pijita tan chiquita que tenía ( no es de agrandado, pero mi pija no es la más grande del mundo pero tampoco el chica ni mediana, 19 cm x 6) y verle ese pitito tan chiquito me resultaba raro. Entre pañales y pañales, verle ese ortito tan lindo me causaba sensaciones raras, así que comencé a tomarme mi tiempo al limpiarle su colita y acariciarle el ortito con la punta de mis dedos. Nunca pasé más que eso. Un poco sí, cada vez que lo abrazaba me apretaba la colita, o si lo tenía encima mío lo sentaba justo encima de mi bulto duro. Bañarlo también era un buen momento, desde chiquito él me miraba la pija. Le llamaba la ateción verme el pito con pelos y el de él peladito. Nunca pasé a más que eso. Cuando cumplió 5 todo cambió. Un día llegué del trabajo a la tarde y mi mujer se iba con unas amigas, ya me había avisado pero me había olvidado, llegué, comí, se fue ella y me quedé solo con Santi. Yo:"Ché, te bañó tu mamá?" él:"No, estaba ocupada" Yo:"Bueh. terminá de comer y vamos a bañarnos que yo también estoy todo transpirado" él:"ajaaam" Terminó de comer, lo llevé al baño, lo desvestí, le pegué la nalgada de siempre, me desvestí yo y nos metimos en la lluvia. Nos estabamos enjaboando y me acuerdo que me empecé a enjabonar la pija y el se dió vuelta y me pareció raro. Yo:"Qué pasa?" él:"Nada. " Yo:"Por qué te das vuelta?" él" ...