1. Dora La Pastora


    Fecha: 13/10/2021, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... quedando mis brazos al rededor de sus muslos. Puse la punta de mi verga en la entrada de su vagina y sin mas se la metí hasta el fondo de un solo golpe. De su garganta salió un chillido agudo y prolongado. Doblaba mis brazos y en seguida los exendía con fuerza para provocar que su cuerpo se meciera en la cama logrando un acompasado mete y saca en su rajita. Mi alcoba se llenó de un coctel de sonidos. Se oía el rechinar de la cama acompañado del sonido provocado por el choque de nuestros cuerpos, los gritos de Dora entre y la combinación de mis pujidos y gemidos.
    
    Con la respiración entrecortada y en medio de su gritera alcanzaba a decir una que otra palabra
    
    -Ahhhh, que grande la tienes…
    
    Sin tregua yo seguía perforando sus entrañas con furia.
    
    -Sííí…sííí…no dejes de moverte…estoy llegando…
    
    Balbuceó mientras su cuerpo se convulcionaba envuelto en un intenso orgasmo. Su cuerpo bañado en sudor igual que el mío. Su corrida me excitó más pues no hay cosa que de más placer a un hombre que sentir que su hembra explote en un orgasmo. No interrumpí el mete-saca pero si ajusté el ritmo a lo que su lenguaje corporal me comunicaba.
    
    Mi verga estaba a punto de estallar. Las paredes vaginales estaban a una temperatura ardiente y sus flujos permitían que hubiera una exquisita lubricación para dejarme navegar libremente en ese tunel de carne que proporcionaba un placentero cosquilleo en todo lo largo y ancho de mi lanza. Sentí que perdía el control y sin querer todavía ...
    ... eyacular, saqué mi miembro para recuperar mi respiración y control. Mis brazos seguían apoyados sobre la cama así que no me fue fácil volver a meterla al primer intento. Sentí como ella estiró una mano y tomando mi pene lo dirigió a su agujero. Al sentir contacto al rededor de mi glande, volví a presionar sin lograr entrar de nuevo en su cuerpo.
    
    Dora lo había dirigido a su ano. Por eso la entrada estaba mas difícil. Con una mano abrió sus nalgas y con la otra se aferró a mi estaca mientras me decía que empujara. Lentamente sentí como la cabeza de mi verga se comprimía al ir entrando a la gruta menor. Ella volvió al jadeo y al chillido mientras daba su aprobación a ser enculada.
    
    Una vez que sentí firmeza en la estocada, empujé con todo mi cuerpo penetrando su culito hasta el fondo. De nuevo, la recamara se sofocó con sus gritos de placer al continuar embestiendo su fundillo.
    
    -Aaaayyy…me vas a reventar.
    
    La oí decir sin entender si lo que decía era provocado por el placer o si había alguna molestía.
    
    -¿Te molesta?
    
    -Muy poquito, pero me da mucho placer.
    
    Quería ser enculada, pues tendría que soportar cómo le taladraba el culo sin reparo hasta que le llegara el placer total. Dado que no protestaba, decidí que la estaba gozando y procedí a cogerla de lo lindo. Los mete y saca eran con fuerza y velocidad. Tenía un culo riquísimo, sin duda la vaselina ayudaba a que se le resbalaran mis 20 cms propinándole el más grato placer. Habiendo soltado sus nalgas, ahora sus manos ...
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