Alba
Fecha: 18/10/2021,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
ras beber dos copas, ya no veía mucho, más si cabe porque se había dejado las gafas en la cena, en casa de su amiga. Sencillamente, era un poco asocial, tantos años metidas en sus libros, habría provocado que su vida fuera monótona, insulsa, y a falta de parámetros sociales vigentes. Así que se había decantado por unas gafas de pasta negra, en contraposición con sus ojos castaño miel y se había venido vestida con una falda recta negra, una camisa gris y unas salome de tacón negro
Por lo que cuando la vieron llegar, se rieron y entre las que estaban , le dejaron un top lencero aleopardado y la maquillaron para realzar sus rasgos , sus cejas arqueadas , que ella tapaba con su montura de gafas , sus labios que nunca había cambiado de color y lo más impresionantes , sus grandes ojos , tan expresivos.
Durante la cena, estuvo riéndose y bebiendo, cosa que no solía hacer a menudo, pero al decir ellas que tomarían un taxi para ir de marcha y al estar entre amigas, se dejó llevar.
Al ponerse las gafas, su amiga, la Guapa del grupo, le espeto que no le dejaría salir con eso puesto en lo alto, después del trabajo que sus otras dos compañeras habían hecho con ella. Así que salió, bebida y sin ver más que sombras a lo lejos.
No tenía muchos amigos, pero eso sí, de los buenos. La solían definir estos últimos como un diamante por descubrir pues tenía su casa, su coche y su trabajo , nada que envidiar en cuanto a productividad monetaria se refiere, sin embargo no tenía problemas ...
... de liquidez .Esta noche, entre risas , sus amigas habían procurado que luciera con tal piedra preciosa.
La noche prometía, la Guapa deslumbraba por donde iba, la Simpática, de sonrisa franca hablaba a izquierda y a derecha y su Compinche, la cual ella no era ella porque no llegaba a la agilidad de palabras de esta última, brillaban con luz propia. Todas estaban bailando, algunas mejor que otras, o mejor dicho que ella destaco por mover la copa de arriba abajo y de poner la cadera de izquierda a derecha.
Se puede decir que prácticamente no se movió de la loseta del suelo que sus amigas le habían dejado. Se lo estaba pasando bien, no veía nada en concreto e iba fina. No entendía lo que sus amigas decía, cuando se le acercaba y solo contestaba que si con la cabeza. La habrían podido meter en un berenjenal pero se sentía segura ya que sabía que aunque la Guapa se perdería, la Compinche y la Simpática no la dejarían tirada. Pasaban las canciones y mientras ella se dedicó a analizar los contoneos de la Guapa y sus efectos en el género masculino. Conto al menos, tres tíos que quisieron algo con ella, pero según ella pensaba, esta se estaba reservando para el que sujetaba la columna.
Con respecto a las dos Pili-Milis, le habían introducido con dos chavales, no muy altos y de sonrisa fácil, de nombre “no lo sé” y “no lo entendí”, quizás porque no le intereso o porque no les via con nitidez o porque con el barullo de la música no les prestó atención o porque en realidad en su ...