1. Orgasmos sin tocarme


    Fecha: 28/05/2018, Categorías: Incesto Autor: getaway11, Fuente: SexoSinTabues

    ... lubricante por mi verga, transparente y denso sin sabor pero nos excitaba chuparlo o recogerlo con los dedos para untarlo en los pezones y chuparlo uno del otro. El líquido lubricante de mi hermano era un poco más salado que el mío y también me volvía loco chuparlo ya fuera directamente de su verga, de sus pezones o de sus dedos. Como casi siempre empecé yo a mamarle la verga y luego él a mí para irnos acomodando sobre mi cama en un 69. Ya teníamos como dos horas desnudos viendo la película, tocándonos y chupando. Entonces empecé a sentir que me iba a venir, le avisé a mi hermano porque normalmente nos veníamos juntos sobre las cobijas o él me echaba su semen encima, él casi nunca se tragaba mi leche. Pero esa vez se puso muy caliente y no quiso que nos separáramos, seguíamos chupando al mismo tiempo con una sincronía que era casi como sentir que yo me estaba chupando mi propia verga. En eso siento un chorro caliente de semen en mi boca y me pego con todas mis fuerzas para tragármelo junto con ...
    ... el resto de la leche que estaba por salir. Casi al mismo tiempo yo empiezo a venirme en total excitación y mi hermano se metió mi verga hasta el fondo de la garganta y empezó a tragarse mi leche, totalmente inesperado para mí. Fue increíble que nos viniéramos al mismo tiempo y que nos tragáramos la leche. Fue la única vez que lo hicimos y estuvo genial porque fue algo sin planear, salió natural. Después de eso nos vestimos y mi hermano se regresó a su cama para dormir. esas noches de adolescencia eran perfectas para explorar y dejarnos llevar por las bajas pasiones. Pero como mi hermano y yo íbamos incrementando la intensidad de nuestros encuentros, no tardó mucho en empezar a pedirme que me dejara coger. A mí me daba mucho miedo que me fuera a lastimar el culo por dentro y no quería aceptar sus invitaciones, siempre buscaba una forma de hacerlo cambiar de opinión y buscar otros placeres. hasta que finalmente un día yo solo fui cediendo a la curiosidad y la calentura. pero es es otra historia. 
«12»