1. Mi crush de universidad (2): Snack de madrugada


    Fecha: 12/11/2021, Categorías: Hetero Autor: Fuhror, Fuente: CuentoRelatos

    ... mis penetraciones. Clara intentó girar el cuerpo para que pudiera ver sus pechos moverse.
    
    —Así, así. Así me gusta.
    
    No podía dejar de ver su rostro, sobre todo el placer que se reflejaba en su rostro.
    
    —Ponme en la silla, quiero verte —me dijo.
    
    Me retire de ella y dejé que Clara se sentara en la silla. Tome su pierna derecha y volví a penetrarla. Desde esta posición podía agarrar sus pechos y tenía una mejor vista de su expresión. Mientras continuaba penetrándola, ella comenzó a masturbarse.
    
    —Dame, dame, así —repetía mientras continuaba.
    
    —Sigo con hambre —le respondí saliendo de ella y dirigiéndome a su coño.
    
    Volvía a comerle el coño como si fuera un hambriento, ella tan sólo podía retorcerse en la silla y agarrarse del respaldo.
    
    —¡Oh por dios! ¡Sí! ¡No pares! Me encanta.
    
    Mi lengua atacaba sus labios vaginales y su clítoris, no le daba cuartel a ninguno. Su cuerpo se retorció por el orgasmo y la silla debajo de ella chilló al moverse con ella.
    
    —Creo que se me quitó el sueño —me dijo con la respiración entrecortada y con una sonrisa.
    
    —Y aun no acabamos —le dije.
    
    Tome a Clara por la cintura y la cargue. Ella se abrazó de mi cuello y ayudándome con la mano apunte mi falo directamente a su entrada. Mientras la sostenía en el aire, hacía que bajara y subiera sobre mi verga mientras la besaba. Sus gemidos eran mitigados por nuestros besos, pero podía sentir como sus uñas se clavaban en mi espalda, señal que le gustaba lo que hacía.
    
    La posición ...
    ... me cansó, así que decidí ahora sentarme yo y acomodarme en la silla. Ella, en vez de cabalgarme, se dio la vuelta para darme la espalda y tomó mi falo para introducirlo en su coño.
    
    Yo disfrutaba ver su cintura moverse sobre mi verga, de vez en cuando le daba una nalgada, lo cual ella respondía con un gemido.
    
    —¡Por dios Clara! —le decía al sentir como me hacía llegar al orgasmo.
    
    —Lo quiero, quiero todo. —me decía intercalando movimientos de cintura y moverse encima de mí.
    
    —¡Me vengo!
    
    Clara se levantó, se arrodilló y comenzó a masturbarme. El orgasmo llegó y Clara no dejó de jalármela hasta que mi miembro perdió la erección. La corrida había caído entre su boca y en sus pechos, pero no pareció molestarle, al contrario, estaba sonriendo.
    
    Me sentí cansado, mi respiración comenzó a regularizarse y también estaba sonriendo.
    
    —Ahora soy yo quien tiene sueño —comenté.
    
    Clara rio y se limpió mi corrida de su cuerpo para tragársela. Nos quedamos ahí unos minutos, antes de recoger nuestra ropa y dirigirnos al pasillo.
    
    Yo me metí a la cama mientras ella iba al baño. Casi de inmediato me quedé dormido, pero sentí cómo Clara se metía a la cama conmigo antes de perder la conciencia.
    
    A la mañana siguiente, me desperté temprano para terminar de limpiar la casa. Mis amigos se fueron a sus casas, al parecer ninguno se había despertado por el ruido de la noche anterior, ni siquiera Héctor quien estuvo en la misma habitación que nosotros toda la noche.
    
    Le entregue su ...