Del diario de Claudia: Mis primeras cogidas en serie
Fecha: 01/12/2021,
Categorías:
Transexuales
Autor: ClaudiaZorra, Fuente: CuentoRelatos
Esta historia es parte de mi vida real. En aquellos días pasaba una temporada en la ciudad de Houston. Eran los años en los que aún no era tan pública como ahora. De todos modos, me daba mis escapadas para gozar de alguna polla dura. Durante ese tiempo en la ciudad renté un cuarto en una casa de un amigo de un amigo, ya sabes, la clásica. El problema era que el dueño de la casa era ya mayor, quizá bordeando los 58, y asumo, algo conservador, así que debía de tener algo de cuidado antes de ‘mostrarme al mundo’ en su casa. Lo bueno era que él debía viajar todos los fines de semana por motivos de trabajo. Así que, perfecto - tenía toda la casa para mi sola desde el sábado al mediodía hasta el domingo en la noche. Excelente. De ese modo, podía gozar todo ese tiempo como Claudia en casa, irme a un club en la noche sin temor a causar un escándalo con Fred, el dueño.
Pero una vez Fred me dijo que tendría que viajar por una semana a California para visitar unos parientes. En mi mente estaba feliz como una perdiz. Ya no aguantaba eso de no poder ser Claudia a mis anchas. Pensé cómo gozar esos siete días al máximo; como no conocía aún tantas personas en una ciudad tan grande como Houston, se me ocurrió publicar un anuncio en Craiglist, para contactar gente. Para ser honesta, era la primera vez que publicaba online para contactar hombres; ahora que lo pienso, podría haberme encontrado con uno de esos tantos freaks que hay por allá. Sin embargo, para asegurarme un poco, hice ...
... énfasis en “novatos y hombres casados”, así de ese modo, al menos tenía un poco de discreción y seguridad. En todo caso, la idea fue un ¡bingo! total. Realmente es increíble la cantidad de hombres casados, la mayoría en sus cuarentas y cincuentas, que de pronto les pica el bichito de la bisexualidad y quieren probar una travesti y acariciar una verga que no sea suya. En un par de días mi buzón de correo estaba lleno de mensajes con tipos queriendo hacer una cita. ¡Wow! No me lo esperaba. ¿Cómo la hago? ¿Los recibo en casa de Fred o los veo en un hotel? Me sentía más cómoda en casa, claro, así podía ver más de un hombre al día.
Como había más ofertas de lo que había pensado, le di prioridad a aquellos que me mandaron foto, al menos de sus pollas bien duras, ya saben, para que el momento valga la pena. Calculé al menos tres al día: mediodía, tarde y noche. (Bueno, en esa época no era tan ninfómana como ahora pero la idea de varios hombres al día me ponía súper cachonda). “Tres al día por una semana... son 21… ¿segura que quieres y puedes hacerlo?” era el pensamiento que me rondaba por la cabeza. Sonaba tan excitante pues era casi como ser una puta verdadera.
Finalmente llegó el día. Fred salió para California un domingo por la tarde. Apenas se fue, inicié los arreglos con mis contactos; “programé” un calendario de citas, para así tener tiempo de arreglarme entre uno y otro. La noche anterior a mi primera cita dejé todo listo; sabía con qué ropa los recibiría: un babydoll de ...