1. Me entregué a un travesti


    Fecha: 07/12/2021, Categorías: Bisexuales Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos

    Hace dos semanas tuve un viaje de 4 días a Juliaca. Es una ciudad fría y horrible. Quizás la más fea del país. La segunda noche tuve un encuentro caliente con un mexicano por Skype. A pesar del frío, me desnudé para él, mientras me trataba como una puta sucia.
    
    Quedé muy caliente. Por la cuarentena ya no podía hacer mucho, salvo meterme bajo las sábanas y dormir. Quizás masturbarme, pero decidí no hacerlo. Al día siguiente seguía mega caliente. Fui a las reuniones de trabajo que tenía previstas y luego del almuerzo estaba ya libre. Indagando en la web encontré el contacto de un travesti, que se veía bastante fornido, que ofrecía el servicio de masajes. Lo llamé y quedé en hacerme uno.
    
    Al llegar era algo más alto que yo y bastante más fornido. Soy de contextura media y él (ella) era más fornido que yo, aunque no se veía gordo, sino bien formado. Desde que llegué hubo buena vibra y su trato amable me pareció muy agradable. Le dije que quería un masaje, pero al ver bajo su tanga vi un interesante bulto que resaltaba.
    
    Mientras me desnudaba "para el masaje", no podía dejar de mirarle el bulto. Se dio cuenta y se excitó. Por lo que había entendido era su primer día en Juliaca y era su primer cliente. Así que estaba cargado. Sin titubeos me preguntó si quería chupársela. Y bueno, ya estaba embalado, acepté y le dije que sí, un rato antes del masaje. No tenía un pene muy grande, muy por el contrario, hasta por debajo del promedio, pero fue delicioso hacerlo, tenerlo todo en ...
    ... mi boca fue algo demasiado sabroso.
    
    Después de un buen rato saboreando su verga, me dijo si quería ya el masaje. Le dije que si, que bueno. Y pensé recibiría un masaje y listo. Como de costumbre, yo estaba con el calzoncillo puesto pues no me gusta sacármelo. Me acosté y él se puso a mi lado en la cama y comenzó a masajearme. Cuando me di cuenta, el travesti había empezado a masajear mis nalgas y sin decirme nada había bajado mis calzoncillo hasta los muslos. Me dejé hacer.
    
    Con sus manos separó mis nalgas y sentí que escupió entre ellas. Sentir su saliva recorriéndome me puso a mil y a él también. Se levantó, abrió un cajón junto a la cama, sacó un preservativo y lubricante. Le dije que no, que parara. Que no había ido para eso. Los colocó sobre la cama y siguió con su masaje, concentrado en mis nalgas y muslos.
    
    Sin decirme nada, en un momento se acostó encima mío y sentí su verga recorriendo mi entrenalga. Me pidió, amablemente "sólo la cabecita" y ya no me pude negar. Se pudo el condón. Con sus dedos untó mi culo de lubricante y empezó a correrse sobre mi. Poco a poco fue ingresando. Y me dolía. Eso lo excitó demasiado. Me preguntó desde cuando no me entregaba a alguien y le dije la verdad, que fácil unos 2 años. Y eso lo puso a mil y tierno a la vez.
    
    Poco a poco fue entrando y yo me fui dilatando, hasta que finalmente la sentí toda adentro. Me cogió por los hombros y comenzó lentamente a moverse y fue acelerando hasta que cabalgaba frenéticamente sobre mi. Sentí ...
«12»