La pareja vecina - Relatos Eróticos

La pareja vecina

Mi nombre es Paula, soy abogada 24 años, soltera. Trabajo en una empresa donde tengo pacientes internacionales muy comúnmente por lo tanto tengo que viajar mucho por periodos de 5 días.

Preciso, la empresa arrienda una casa con lujos para que los trabajadores laboren con tranquilidad, en otras palabras, me arriendo en una casa de fantasía para relajarme y trabajar en esos 5 días.

La casa era genial, dos pisos, el vecindario y la gente muy amables y seguros, por lo tanto no había nada que separara las casas.

Mi método de trabajo es sencillo: trabajo firmemente 3 días para el 4 salir y el 5 disfrutar de la tranquilidad de la casa. Bueno pues esta historia empezará el día 4.

Salí a hacer ejercicio por la tarde y recorrer el vecindario. Trotaba cuando una chica me alcanzó. No la detalle hasta que hablo conmigo. Natalia, mi vecina. Era de cabello mono, ojos verdes, su piel era más clara que la mía pero fuera de eso teníamos el mismo físico. Sus senos perfectos no grandes ni chicos y un culo genial. Siempre entreno más mi culo para qué chicos o chicas lo vean. Creo que soy heterosexual por encima pero podría ser bisexualidades tambien.

El caso, no hablamos mucho y cuando se fue, me guiñó el ojo. Me fui observándola a lo lejos todo el recorrido. Llegue a mi casa como 3 minutos después de ella. Su casa era genial, también de dos pisos pero la diferencia era una piscina larga y bella que daba contra el patio de mi casa. Me invitó gritándome desde la ventana

- ...

... mañana, piscina???

- siiii- le dije gritando y riéndonos. Me fui a ver tele cuando sin darme cuenta puse mi mano sobre mi vagina. Estaba húmeda. Luego escuché un ruido de carro y me asomé por la ventana. Un chico alto con chaqueta de cuero y barba salió de el. Gafas de sol y unos jeans negros que resaltaban su culo de machote. Natalia salió y lo abrazó y lo besó. Seguro follaron después mientras yo me imaginaba.

Mal día siguiente me puse una tanga verde delgada que dejara ver mi mejor atributo y el bikini. Las gafas de sol y salí. Me colé de una a la piscina vecina. Mire las ventanas mientras ponía mi toalla en la silla.

- Donde estará?? - me dije mentalmente. De pronto salió del agua en un bikini rojo igual que el mío. Estaba muy sexy. Se secó y nos saludamos. Trajó dos cocteles de la cocina y nos sentamos a asolearnos.

Ya llevadas un poco por el trago empezamos a hablar de chicos y pronto nos calentamos. En un momento dijo

- Los únicos que pueden vernos son los vecinos de la izquierda, y esa eres tú!

Emtendi la indirecta, me dijo que estábamos solas y en privado por el muro que mandó a construir a la derecha. Así que la besé, me pasé a su silla y me moví como un gato encima de ella. Natalia apartó su cóctel y me abrazó. Luego me recosté en mi silla y ella se me tiró a mi, para poder agarrarle ese culo y pegarle una palmada.

Ella me agarraba los senos y gemíamos delicadamente frente a nuestras narices.

- Me pones - le dije. Ella se paró y abrió una ventana ...