Las maduras siempre son especiales
Fecha: 19/12/2021,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: DeseoProhibido, Fuente: CuentoRelatos
Ya había tenido sexo con maduras, pero siempre hay algo diferente, como con todas.
Conmigo trabaja una compañera, desde hace años divorciada, mediana estatura, tetas de madura y unas nalgas redonditas que se ven bien bajo los pantalones vaqueros, realmente sabía poco pero pues en el día a día se entera uno de cosas, de repente cuando me veía estresado se acercaba y me daba unos apretones de cuello y espalda era buena con el masaje, al punto de ponerme la piel chinita y obligarme a cerrar los ojos pero con esta pandemia no podemos tener contacto físico y tenía tiempo que no lo había hecho.
Una tarde salí de una junta muy alterado y se acercó y me toco la espalda para masajearme y le digo no Valeria no puede nos corren y me dijo algo que me puso... “creativo”, me dijo, lo que tú necesitas es un masaje de pies a cabeza hasta en las nalgas, y me quede con la imagen de siempre que me toca el cuello lo hace muy bien.
Y le contesté vale saliendo podemos ir a mi apartamento y creo que ahí me puedo estirar para que lo haga bien, aceptó y esperamos la salida. Cuando íbamos saliendo me entro una llamada, me llego familia de visita y tenía que cambiar el plan, ya íbamos en el carro y escucho todo. Le comenté y me dice pues podemos ir a otro lado, entendiendo la indirecta le digo bueno hay un lugar aquí cerca y nos queda rápido para regresar por su carro.
Llegamos a un motel que estaba a cinco minutos del trabajo y para suerte solo había habitaciones con jacuzzi, pedí una y ...
... entramos, le pedí permiso para bañarme en la regadera me mentalice para evitar la erección, salí envuelto en toalla, me vio, me pidió que me acostara en la cama y empezó el masaje.
Empezó normal con el cuello estuvo así pasando de cuello y cabeza a espalda costillas brazos, manos, poco a poco era más suave como caricias pero en un momento volvió a ser más intenso, yo estaba solo con la toalla encima que antes de acostarme boca abajo me desabroche y la puse así encima.
Ella siguió con el masaje ahora desde los pies y naturalmente poco a poco fue subiendo por las piernas y los muslos donde se concentró muchísimo. Siguió subiendo y llego a mis nalgas; me las apretaba con ambas manos como recreándose en ellas, después bajó de nuevo a los muslos recorriendo con ambas manos cada uno casi hasta arriba, en un momento llego hasta arriba y con los dedos purgares de nuevo apretaba mis nalgas, pero en una de esas subidas que con la mano que quedaba en la entrepierna acarició mis huevos que reposaban en la cama así de manera sutil como sin prestar atención como si fuera natural, a partir de ahí lo hizo de la misma manera hasta arriba pero concentrándose en mis nalgas.
Me pidió que me volteara y siguió con el masaje, ahora en mi pecho y brazos hasta las manos apretando duro la palma de las manos pero se apresuró mucho supongo que para empezar con las piernas porque duro menos que al principio, casi de inmediato se cambió a las piernas y a los muslos, me subió un poco la toalla y su ...