1. La hija de mi novia


    Fecha: 30/05/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... había lamido el chiquito, como le decía ella, y que le había gustado mucho. Seguimos bebiendo cerveza y le pregunté sobre su madre y me empezó a contar de que el único hombre de su edad que le había conocido, había sido su padre, que se divorciaron estando aún en Venezuela y que todos los novios que ha tenido, siempre fueron mucho mas jóvenes que ella, que cuando ella tenía 8 años, se acuerda que su madre salía con un chico de 15 años. "O sea que tu madre salía con ese pibe de 15 años, y ella tenía 38 años?", le pregunté un poco incrédulo, a lo que ella me dijo que mas o menos era esa la edad que tenía su madre, que después los novios no pasaban de los 25 años. Karen a medida que seguía bebiendo se le iba soltando la lengua y me empezó a contar de que ella había cogido una sola vez, pero que se había acostado con cinco chicas, y todo lo contrario de su madre, siempre le gustaron las mujeres mayores que ella, que la única que le había lamido el ano, era una mujer de unos cincuenta años que había conocido cuando iba al gimnasio, que con las mujeres si le gustaba acabarse en las bocas de ellas y que ellas se acaben en su boca, yo le seguía diciendo que traiga mas cerveza y que sigamos tomando, y que como se había puesto para que esa señora le lama el ano, y me dijo que habían echo el 69, y que estando arriba, la señora le había abierto las nalgas y le lamió el ano, "que delicia tuvo que haber sido eso, esa cola bien blanca que tenes, tendrás un ano bien rosado", le dije, ya ...
    ... buscando irme para otro lado. Karen, cuando le dije eso, se empezó a reír, "es que yo nunca me vi el ano, no se de color lo tengo", me dijo riendo y bebiendo, "me dejas que yo te lo vea?", le dije, agarrando uno de sus pies y empezando a hacerle caricias en el pie, "y si mi madre se entera?", me dijo, dejando que le acaricie el pie, "solo que vos se lo digas, yo jamás le diré nada", le dije, haciendo que se ponga de pie, y mirando sus ojos que estaban turbios por tanta cerveza que había bebido, le empecé a sacar la parte de arriba del pijama, dejándola con las tetas al aire, hermosas, duras, bien blancas y su aureola y su pezón, bien rosados. Ver esas tetas y atraerla hacia mi, para empezar a chuparlas, fue todo uno. Se las lamía, metía sus pezones en mi boca, se las besaba, y con las manos le bajaba la parte de abajo del pijama, apretando sus nalgas, se las acariciaba sin poder dejar de chupar sus hermosas tetas. Pase mi mano por debajo de su cola y llegué a su concha, y la sentí mojada, ahí no más la alce en mis brazos y la llevé a mi cama, haciendo que se acueste boca arriba, le abrí las piernas y ahora le chupaba la concha, entre gemidos de placer. Una concha sin un solo bello púbico, de labios regordetes, un olor y un sabor que me hacían poner mas loco de lo que estaba, la di vuelta, haciendo que quede con su cola para arriba y le empecé a besar sus blancas nalgas, una cola bien redonda, de nalgas duras, las besaba, las mordía, Karen gemía, solo movía su cuerpo, cuando le ...