1. LU, LUCK, LUCKY, LUCA... (Parte 1: Neonato)


    Fecha: 30/05/2018, Categorías: Gays Autor: LucaDanielle, Fuente: SexoSinTabues

    ... mi desobediencia verbal. Su mano se estiró por el aire de cálida lujuria, tomando fuerza y azotando cada glúteo de mi estrecho culo, ocho veces cada uno. -¡Ulises! ¡Me duele demasiado, para! Esto no me gusta. -¿Qué podía hacer más que gritar con las manos atadas en cuero? -Te portaste mal, eres malo, mereces un castigo. Grito tras grito de mi garganta fueron ahogando las lágrimas pasajeras por las comisuras de mi boca, y como un vino de la dicha, mis gritos se transformaron en placenteros gemidos de ramera, en el canto de un nínfula cuyo orgasmo no tardaría en llegar como chorros polares y calientes…pero ese momento no llegó. El castigo de mi hombre cesó y mi placer por igual. -Te dolió, chiquito, pero lo gozaste. -No…-Mentiría si terminaba esa oración. -Así quiero que te portes cuando estoy contigo, calladito, obediente, juguetón. -Mis manos. -La atadura continuaba apresando la temperatura de mis venas, pero eso igual lo gozaba, lo disfrutaba como esclavo, sin embargo nunca se lo dije. -Seguirán tus esposas ahí, no puedes quitarlas, pero yo si que puedo quitar esto. Sus manos, predecibles diablillos aterrizaron en los bordes de mi rasgada ropa íntima para bajarla y revelar mi inocencia postrada ante él, tan débil, tan joven. Quitó por completo la prenda y la llevó a su olfato. -¡Ohhh! No hay delicia más bella que la pureza, ni olor más sagrado que la inocencia por robarle a una zorra neonata. El placer de mi cuerpo existía en lo más oscuro de mi alma, la crueldad de mi primo ...
    ... me excitaba a tal grado que había tenido una erección dolorosa, presente ante tal hombre que me robaría todo rastro de infancia. Había pasión, sentía placer, no lo quería admitir y mi cabeza baja lo delataba. Ver a Ulises oliendo mi ropa íntima, olfateando mi inocencia; verme tan vulnerable ante él, con mi cabeza de mirada a la loseta y de maniatado con el cuero de un animal semental. Sólo había una frase en mi cabeza: “Quiero más…” -Mi niño, ponte de rodillas. -Por ende obedecí. -Quiero que uses la boca solamente, has visto pornografía al respecto, ¿no? No eres tan inocente como lo presumías, eres una zorra, una puta hambrienta de un hombre que te trate como lo que eres: una puta. Ahora, quiero que actúes como tu naturaleza lo indica, que comas que lo deseas, que por tu boquita quepa mi miembro como una paleta. Es otro juego, te gustan los juegos. Aún tenía su bóxer puesto correctamente, mas la grandeza de la virilidad de mi macho relucía tras perversa berrera de tela. Enorme pieza de oro, gigante ante mi percepción onceañera, no muy grande ante mi ahora percepción propia de Luca, remarcando el contorno de su alteza, húmeda incluso tras la odiosa prenda, pero al fin y al cabo deliciosa. Obedecí, mis labios, mis pequeños dientes usados en tan barbarie, en un acto tan pecaminoso capaz de manchar el terciopelo más puro con una suciedad penetrante. Con mi boca logré bajar su prenda y logré por supuesto, que su exquisita virilidad golpeara mis vista y desprendiera el olor de los ...
«12...456...10»