La vecinita
Fecha: 30/05/2018,
Categorías:
Jóvenes
Autor: perdidosur, Fuente: RelatosEróticos
No podía quitarles los ojos de encima.
Sentando en el balcón veía a aquellas niñas en bikini jugando en la plazoleta, burlando el calor de la tarde veraniega con sus gritos, risas y carreras. Se perseguían, mojándose con botellitas llenas de agua.
La mayor, destacando entre todas, mi vecina. 14 años, la más alta de todas, la que menos podía disimular sus pechos crecientes en el diminuto sujetador de su bañador.
Imposible concentrarme en la lectura contemplando aquel espectáculo, con el agua marcando cada vez más la figura de aquella cría. Notaba la exitación en mi interior
De vez en cuando desaparecían para rellenar las botellas con munición para el juego.
De repente despareció de mi vista. Parecía que aquello había acabado. Cuando volvía a mi libro, sonó el timbre de la entrada. Al abrir la puerta, me encontré a la niña, empapada, el pelo mojado, gotas de agua cubriéndole el pecho , los brazos y las piernas.
- Hola vecino, puedo entrar a beber agua. No hay nadie en mi casa y no tengo llave.
La hice pasar al cuarto de baño, advirtiéndole que estaba muy mojada y me iba a ensuciar el piso. Le saqué una toalla amplia y se la eché por encima, cubriéndole todo el cuerpo. Comencé a secarla, mientras no paraba de hablarle par que no se diera cuenta de lo extraño de la situación.
Con aquella excusa le iba frotando todo el cuerpo lentamente, pasándole la toalla por los brazos, las piernas, la espalda…. Ella se iba dejando hacer, como una niña pequeña a la que ...
... estuviera secando su padre.
Retiré la toalla y le toqué descuidadamente el bikini. Estaba empapado y le dije que lo mejor era que se lo quitara para que se secara mejor. Sin darle tiempo a hablar, le desaté los cordones del sujetador y se lo retiré, dejando libres sus pechos. De inmediato, le deslicé el tanga hacia abajo y se lo quité dejándola completamente desnuda.
- Déjame que te sequé por aquí también, le dije poniendo mi mano en su coñito.
Empecé a acariciarle la rajita mientras le besaba las tetas. Ella, confundida al principio, cerró los ojos y su respiración se agitó. Tenía entre mis manos a aquella muñequita que había estado admirando minutos atrás y no quería dejar pasar la ocasión.
Tenía el coño mojadito por el bañador y además notaba como se le humedecía más por mis caricias. Le puse la lengua encima y empecé a lamérselo lentamente. Ella se estremeció y me agarró la espalda con fuerza.
Seguía chupándoselo, mientras empezaba a meterle un dedito en su interior. Noté la polla a punto de reventar dentro del pantaloncito que llevaba puesto.
La eche al suelo y me puse encima de ella. Me bajé el pantalón y la polla salió rápida erecta. Cogí su mano y la puse encima de ella para que me la acariciara, mientras buscaba un condón del bolsillo del pantalón.
Puse la polla en la entrada de su coñito mojado. No quería entrar con violencia para no hacerle daño al desvirgarla. Me fui moviendo poco a poco, hasta que rompí su himen. A partir de ahí fui más rápido ...