1. Tarde de estudio


    Fecha: 26/12/2021, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... y noté cómo llevaba mis manos hasta su culo, pillándome por sorpresa. «Joder con la amiga», pensé. Tras un primer momento con las manos quietas allí, comencé a apretar aquellas nalgas. Ante aquel contacto más intenso echó su cabeza hacia atrás, dejando más expuesto su cuello. Yo me tomé aquello como una invitación para recorrerlo con mi boca así que apretando mi agarre me acercé a besarle el cuello.
    
    -Sí, cariño ven.
    
    Me retiró agarrándome la cara con sus manos y me pegó un beso que creo no olvidaré jamás. Empezó suave, como si el contacto fuera tímido, pero pasó a convertirse en un beso apasionado en el que dos lenguas jugaban por ver quién tenía el control. Nos separamos tras un rato, mirándonos a los ojos con una sonrisa lasciva en nuestros labios.
    
    -¿Te gustan? -dijo mirando hacia abajo, a sus pechos, y yo asentí. -¿Las quieres? Son tuyas ahora mismo.
    
    No me lo pensé dos veces y bajé a comerle aquellas tetas que me volvían loca. Manteniendo las manos aún en su culo comencé a lamer sus pezones haciendo el mejor uso de mi lengua que sabía. Un gemido salió de su boca y aproveché aquella indicación para empezar a succionar. Retiré una mano de su culo y la llevé al pecho que no estaba atendiendo con la boca, pues no quería dejar ninguno sin tocar.
    
    -Buf, cómo me gusta. -dijo entre suspiros.
    
    Me agarró de nuevo la cara y me besó mientras llevaba sus manos a mi camiseta. Se separó lo justo para quitármela y llevó sus manos atrás para desabrochar el sujetador, el cual ...
    ... tiró a la cama junto a las dos camisetas. Bajó su cabeza para empezar a besar mi cuello, arrancándome los primeros gemidos de la tarde. Tras hacerme un chupetón que me sería difícil de explicar en casa, terminó bajando hacia mis pechos. Los besó con delicadeza para luego succionar los pezones dejando incluso un mordisco en uno de ellos. Aprovechó el momento para bajar su mano hasta mi pantalón corto, metiéndola por dentro, por encima de mis bragas.
    
    -Sigue, por favor. -le pedí.
    
    La oí reírse por tenerme así de caliente y me pidió que me levantara para quitarme el pantalón y dejarme igual que ella, en bragas.
    
    -Así mejor. -dijo divertida.
    
    Subió sus manos por mis piernas, llegando a mis muslos y volviendo a atender mi sexo por encima de la ropa interior. Sus dedos jugaban por encima de mis bragas mientras mis manos se perdían en su pelo. Nuestros labios se buscaban con desespero y la temperatura cada vez aumentaba más y más.
    
    -Ven, estaremos más cómodas en la cama.
    
    Me senté en el borde de la cama como ella me pedía y se puso a ahorcajadas sobre mí. Eché un vistazo hacia su entrepierna y vi como su humedad comenzaba a traspasar la tela. Llevé mi mano a su centro para notarlo por mí misma.
    
    -Estás… empapada. -observé.
    
    Pasé mis manos a su culo para agarrarla bien y moverla más cerca, propiciando un mejor roce entre nuestros cuerpos. Quería atenderla lo mejor posible así que volví a comerle las tetas, disfrutando de aquel manjar que no pensaba que fuera a probar ...
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