Compenetración sexual - Relatos Eróticos

Compenetración sexual

... barbilla y haciendo fuerza por la garganta hasta llegar a su clavicula, la reacción de Daisuke fué tragar saliva, el calor empezaba a subir por su cuerpo

- Te ves tan atractivo atado Daisuke Quiero tocar cada parte visible de tu cuerpo pero no quiero perder en mi propio juego

Se acercó a su oído soplandole con delicadeza y le dijo:

-Goza de mi, Disfruta. Siente como te envuelvo con cada palabra, Porque, después de esta experiencia, mis manos te tocarán, mis labios te van a morder y te van a besar, voy a dejar sobre tu piel el rastro lascivo de la saliva de mi boca.

Se separó de Daisuke y se puso delante de él, tenia las piernas abiertas con el pene erecto, una bella imagen para Ken pero el miró a Daisuke para hacerlo más placentero la situación, se sentó en la cama con mucha sensualidad entre las dos piernas de su novio y dijo con una sexy voz

- Daisuke ¿oyes mi voz?

- Sí. -.

- Siento que tú voz tiembla. ¿tienes miedo?

- No sé como he de sentirme

- Sé que tienes miedo. Reconocelo

- Un poco. No puedo verte y es incómodo

- Tranquilo, yo estoy aquí, utiliza el poder de la imaginación, estoy enfrente de ti, entre tus duras y fortalecientes piernas, yo estoy desnudo de una forma muy sensual

- Deseo verte , Ken, deseo verte! -. Forcejeó de un lado a otro pero era imposible

- Estás atado. No puedes hacer nada. Tus cuatro sentidos no existen. Solo tienes uno. El oido. Escucha mi voz guiandote. ¿vas a escuchar?

- Sí

- ¿Si tus manos ...

... estuvieran libres. Que es lo que harías?

- arrancarte de tú realidad y dejarte hundido en lo más profundo del abismo animal y salvaje del sexo. Me vuelves tan perverso

- Eso es muy lindo. Pero ahora yo estoy dominandote y yo quiero dejarte hundido en el extasis.

Se quedo en silencio, admirando lo que tenia delante de él, el sonido del silencio les estaba rodeando, a pesar de que en la calle, la gente tuviera sus momentos de alegria y mucha diversion.

Para Ken no, para Ken el silencio existia en ese momento. No habia nadie mas en el mundo. Únicamente él y las piernas de Daisuke en frente de él

Le observaba, con mucha atención, el abdomen de Daisuke se llenaba y vaciaba de oxigeno, pero estaba en tensión no podia mover sus brazos y sus ojos estaban cerrados.

Silencio, mucho silencio, todo estaba en una completa paz, a pesar de que horas antes, la habitación fue inundada por los gemidos de Ken, sus orgasmos, sus gritos de placer.

Gemidos que ahora no estaban. Todo estaba en eso. Silencio.

La impulsividad que hace una hora, dominaba a Daisuke, tampoco estaba. Hace una hora, él estaba separando las piernas de Ken para penetrarle profundamente, muy despacio, muy hondo, se abrazó al cuerpo de Ken para agarrar mejor el orgasmo de su novio. Esa fuerza ya no estaba en Daisuke, estaba maniatado. Lo que él no sabia es que esos gemidos y ese orgasmo, iban a volver de nuevo.

Ken miró de nuevo las piernas de su amado novios, de pronto, tuvo la tentación de acariciarlas, ...