1. Las compañeras de trabajo son verdaderas putas


    Fecha: 02/01/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Trabajo en un departamento de radiología de una pequeña clínica, rodeado de mujeres, ya que soy el único hombre que trabaja en la empresa. La clínica la compone todo un edificio, donde los pisos superiores son viviendas para algunos de los empleados que vienen para prácticas.
    
    Era una tarde de sábado, donde solo estábamos de guardia 3 de nosotros, dos chicas que vivían juntas en el tercer piso. Isabel de 22 años, canija, con unos pechos pequeños, rubia de melena larga, pero con un culo impresionante, y más bajita que yo y Elena de 24 años, más alta, de pelo negro y muy rizado, más grande y con unas tetas mucho más grande. 😂
    
    Todo eso me lo tenía que imaginar ya que casi siempre las veía vestida con el pijama verde y nada sexy de la clínica.
    
    Esa mañana no había nada de trabajo por lo que nos pasamos la mañana charlando los tres, a la hora de comer me invitaron a comer con ellas en su piso, así no tenía que desplazarme hasta mi casa, ya que yo era el único que vivía en una vivienda propia.
    
    Isabel subió antes y al momento nos llamó para que subiéramos. Una verdadera sorpresa, Isabel no llevaba el pijama, se había puesto un pantalón de gimnasia y una pequeña camiseta que marcaban sus pequeños pezones debajo, su culo estaba partido por su pequeño tanguita, tenía unas nalgas grandes, pero preciosas, no era ancha de cadera, lo que no tenía de tetas lo tenía de culo, y ese movimiento de nalgas al andar, podía levantar un pito antes de decir amén.😊
    
    Elena se perdió en ...
    ... una de las habitaciones y volvió al rato, lo mismo, unos calzones anchos y casi transparente de hacer footing, y una camiseta apretada a su cuerpo que ahora si dejaban ver en todo su esplendor por lo menos una talla 120 de pecho, sin sujetador y con unos pezones duros y bien altos, la verdad es que en jovencitas los pezones quedaban mucho más arriba de lo que estaba acostumbrado a ver en mujeres mayores.
    
    Sentado en un sofá, aunque no podía quitar ojo a Elena, que estaba mucho más provocativa que Isabel, los pequeños calzones dejaban ver parte de su pubis cuando, ella se movía ya que no llevaba bragas, y la redecilla que llevan dentro la llevaba metida entre los labios. 😜
    
    Ante toda esta visión y el descaro y las risas de ellas, mi polla no tardó en ponerse en posición de guardia, ósea que me empalme sin quererlo, y claro está el pijama no dejaba duda alguna, Isabel se sentó a mi lado y sin decir nada colocó su mano sobre mi polla, y con una risita me dijo que antes de comer se iban a comer el postre.
    
    Y dicho y hecho, desabrochó el cordón que sujeta el pantalón, metió su mano buscó mi polla la sacó y se agachó después de recogerse el pelo con la mano, mi polla desapareció en su boca, una boca estrecha, pero chupaba con maestría.😒
    
    Elena parada delante de mí, sonreía y se tocaba con sus dedos por las ingles, terminó por apartarse los calzones y dejarme ver un pequeño triangulo de pubis bien rasurado, de vello negro y rizado, que resaltaba en su piel tan blanca, toco ...
«123»