Ivette me afloja en el parque
Fecha: 06/01/2022,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
Ese día andábamos de fiesta, era ya madruga, como siempre ahí me tenía como su perro fiel, esperando a ver que obtenía ahora, pero la situación era complicada, tenía ala ex esposos ahí y a la amiga Maricela, era difícil tratar de comenzar algo con ella y para colmo un pelón estaba en el grupo gracias a que Ivette le dio entrada y ahora no se iba.
Mala suerte, ese día se veía riquísima con su falda de mezclilla entallada, esas piernas que excitan y yo no podía tocarlas o al menos acercarme, que frustración, lo peor es que Maricela se cohibía y me daba el cortón, ni hablar ahora me quedaría con ganas de todo.
Se suponía que Ivette y yo iríamos al bar a tomar unas chelas y ver el partido de futbol, pero de repente llego Maricela y luego David el ex esposo de Ivette, con la presencia de esos dos ya era suficiente para sentirse hostigado, el ex esposo no dejaba de vernos y tratar de hacer su lucha y Maricela con la cantaleta de la amistad sincera ya me tenía arto y para colmo llego el pelón que ni recuerdo su nombre y llego tirándole la onda a mi perra, lo que más me molesto.
Decidí salir y fumar un cigarro, mientras adentro ellos bailaban y se divertían, ¡fue entonces que Ivette se acercó a mí!
I: ¿Que tienes?
T: Nada, ¡solo que no me agranda algunos de ahí adentro!
I: ya, ven, ¡vamos a bailar!
T: ¡Es que no tengo ganas!
I: ya, mira, ¡no adelantes lo que siempre pasa!
Sin decir más me llevo adentro y comenzamos a bailar muy juntitos, eso me excito, ...
... tenerla tan cerca me la había puesto bien firme, de pronto Maricela se besaba con el ex de Ivette y de ahí comenzó el desaire.
Para ya no hacerlo más largo, Ivette mando a la fregada a su ex y Maricela se hizo la ofendida y se fue quedándonos solo ella y yo.
Caminamos sin rumbo en la madrugada, aunque estábamos cerca de su casa nos dirigimos al parque donde luego hacíamos ejercicio juntos.
I: ¡Es que no puedo creer que me hicieran esto!
T: Tranquila, ¡estaban ebrios!
I: Sí, pero se supone que Maricela es mi amiga y que se bese con mi ex, aunque sea mi ex, es un poco traicionero.
T: Pues ni hablar, ya nos habían dicho de su calaña mejor relájate.
Nos sentamos en una banca y ella era un mar de lágrimas, yo la abrazaba y acariciaba la pierna.
Fue entonces que la comencé a besar, ella al principio me alejo, peor aproveche su estado para seguir besándola y acariciándola.
I: ¡Espérate!!!
T: ¿Por qué?
Mis manos acariciaban su cadera y se dirigían a sus ricas nalgas las cuales llevaba tiempo queriendo tocar.
I: te dijo que eres un aprovechado.
T: Tu me dijiste que no adelantara lo que siempre pasa y no lo adelante, espere el momento.
I: ¡Pero! ¿Aquí?
T: ¡Contigo donde sea nena!
Le levanté su blusa y comencé a chuparle sus ricas tetas, Ivette se retorcía y poco a poco olvidaba el mal rato.
La acosté en la banca y le lamia sus tetas sin detenerme, metí mis manos por debajo de su calza y comencé a acariciarle su cuca, su respiración me ...