A dos pollas del cielo
Fecha: 07/01/2022,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Yo soy Pablo y mi mujer es Lorena. Estamos casados pero no tenemos hijos por decisión personal. Tenemos 37 años los dos y nos conocimos en la universidad estudiando publicidad en Sevilla. Nuestra relación es perfecta o, al menos hasta esa noche en que invitamos a mi amigo Juan y su pareja. Ellos son gais. Hacía como tres años que no nos veíamos y en esta ocasión mi amigo nos presentaría a Luis, con el que llevaba conviviendo en Madrid un par de años.
La cena que teníamos preparada era sencilla, más bien era un tapeo con mucha variedad. Llegaron algo antes de la hora que habíamos quedado. Se ve que salieron con tiempo suficiente como lo solían hacer en la capital, pero al ser ésta una ciudad pequeña (no es Sevilla pero sureña), las distancias son más cortas y es más fácil aparcar.
Trajeron una botella de vino blanco. Juan seguía como siempre. Mirada atractiva, empezándole a salir algunas canas en la barba que le daban un toque muy sexy. Y su pareja, Luis, más afeminado, llevaba bigote y era bastante delgado. Pero tenía una cara muy linda.
Nos abrazamos y Juan hizo las presentaciones. Como la mesa estaba lista, fuimos directamente a sentarnos, cada uno con un botellín de cerveza en la mano.
Durante la primera parte de la velada nos estuvimos poniendo al día. Del trabajo que realizaba en Madrid, de dónde vivían, sus proyectos, los nuestros. Así hasta que ya, algo subiditos por el alcohol consumido con las copas, se sacó el tema sexual. Ellos llevaban una vida ...
... sexual liberal, en el sentido que mantenían sexo con otras personas sin ningún inconveniente, incluso participaban en tríos y orgías.
- No me digas eso, Juan_ dijo sorprendida mi mujer, mirándome de forma pícara._ Si tu supieras que aquí tu amigo,_ refiriéndose a mí_, ha fantaseado con comerse una polla.
- Pues no será porque no pudo hacerlo cuando estudiábamos juntos,_respondió Juan.
- Por aquel entonces no tenía esas fantasías,- repliqué, con la cara como un tomate por el comentario que había soltado Lorena sobre mí.
Es cierto, que últimamente, fruto da la literatura erótica y algunas páginas de relatos porno, y alguna que otra película bisexual o de femboys siendo follados sin piedad, pues mis fantasías han ido evolucionando, pero de ahí a dar el paso y soltarlo como lo hizo mi mujer, me pilló de sorpresa. La cuestión es que tanto mi amigo como su pareja entraron al juego, al que mi mujer también se apuntó.
- Pues si quieres, hoy es un buen día, tengo los huevos cargados de leche,- soltó con desparpajo Luis, que se veía que tenía intención de follarme la boca. Toda la noche había estado tirándome los tejos en plan broma y ahora, parecía que quería más,.
- No te cueles, que si le apetece, la primera, por orden de preferencia, será la mía,_ añadió mi amigo.
Yo estaba sorprendido, me sentía ruborizado ante tal violación mental por parte de nuestros invitados, y allí, mi mujer, divirtiéndose a más no poder.
- Algo tendré que decir yo, _ dijo mi mujer con ...