1. Camila: la calentura puede más que la razón (1)


    Fecha: 18/01/2022, Categorías: Hetero Autor: Yesska, Fuente: CuentoRelatos

    ... grito:
    
    Pedro: ¡Camila, dónde estás!, aquí tengo tu agua.
    
    Kamila: te hice caso y me puse cómoda, ven acá Pedro.
    
    Y Pedro fue hacía el lugar de donde provino la voz: su habitación, y al entrar dejó caer el vaso de la impresión: tenía a Camila en su cama, completamente desnuda, dejándolo boquiabierto. Luego, Camila se puso de pie y le hizo una seña para que se acercara y él lo hizo. Ya que estaban frente a frente, Camila se giró y le dijo con un tono muy sensual:
    
    Kamila: ¿te gusta lo que ves?, yo digo que sí, siempre te noto viendo mis nalgas, hasta podría pensar que las deseas, no sé si me equivoque. Pero dime, ¿qué te parecen, ha valido la pena el ejercicio o no?, ¿están bonitas?, ¿son lo suficientemente grandes?
    
    Pedro: ¿Qué preguntas son esas?, ¡claro que sí preciosa! mira nada más este pinche culote, es el más redondo y paradito que he visto.
    
    Mientras decía eso, presuroso llevo sus manos hacía aquel par de glúteos y los comenzó a acariciar y a amasar. Se sentían tan suaves y duros como él imaginaba, hasta se les marcaban los dedos; y ya entrado se dio el lujo de abrirlos un poco para ver el pequeño agujerito que yacía entre ese par de montañas de carne. Ganas no le faltaban de agacharse y lamerle el chiquito, que se veía cerradito y sin un solo vello. Todo esto le estaba provocando la mayor excitación de su vida.
    
    Kamila: creo que me prometiste algo hace ratito, así que quiero ver ese chile para ver si me lo como o no, así que sácalo, ándale.
    
    Al oír ...
    ... eso, Pedro sin pensarlo dos veces se bajó el short que traía y el bóxer, liberando su verga: larga y gruesa, con venas que cruzaban el tronco, y una cabeza con forma de hongo, más gruesa que lo demás, de color rosado y brillante; así como un par de huevos colgantes que se veían bien cargados de lácteo listo para dárselo a la cachonda mujer. Pedro lo tomó con la mano y lo sacudió un poco, presumiendo, y dijo:
    
    Pedro: aquí tienes tu chile mamita, ¿lo vas a querer?
    
    Y al ver Camila aquella reata, se le hizo agua la boca. Sabía que estaba rica, pero no a ese grado. Su panocha comenzó a escurrir jugos tan sólo de verla, y hasta salivó.
    
    Kamila: mmm papito, no mentías con lo de tu chile, está delicioso, me lo como porque me lo como.
    
    Pedro: pues adelante chiquita, pero antes date la vuelta, que quiero probar algo desde hace tiempo.
    
    Kamila: como gustes, papi.
    
    Y Camila se giró y con esto sus nalgotas se tallaron con la verga de Pedro, lo que provocó un gemido de parte de ambos. A continuación Camila comenzó a frotarlas con aquel palo, que se ponía más tieso al tallarse con esas redondeces.
    
    Entonces a Pedro se le ocurrió acomodar ese bulto en el canal en medio de aquel culote y ella procedió a hacer suaves movimientos de arriba a abajo, con lo cual la cabeza de la verga empezó a sacar más jugos, que la estaban embarrando sus deliciosos glúteos, mientras que el cuero de la verga subía y bajaba como si lo estuviera chaqueteando.
    
    A la par, Pedro llevó su mano a la jugosa ...
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