Seducida y atraída por un primito de mi esposo
Fecha: 23/01/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... la cabeza se alojó profundamente, dejando sus genitales pegados a mi ano, anunciando que la totalidad se cobijaban en mi recto. Mis gritos y gemidos parecía que lo provocaba, porque sus empellones comenzaron a acentuarse, para detenerse y disfrutar al verme ensartada, mientras mi agitación se pronunciaba, disfrutando a su falo en mí recto, metido hasta mis entrañas, dando la sensación de partirme.
Mi conducto parecía haberse dilatado bastante, al punto que lo sacaba íntegramente para introducirlo en toda su dimensión, en ese ínterin vi una pareja algo alejada de nosotros, lo que me produjo una cierta morbosidad, saber que nos estaban observando. Llegue a la conclusión que ser observada en esos momentos, me excitaban, era extraño, pero esa morbosidad me alteraba muchísimo..
Dejé que Quique me siguiese fornicando analmente, estrechando mi ano, para aprisionar su verga, hasta que súbitamente empezaba nuevamente su impetuoso bombeo, fue fabuloso, lo hacía de una manera algo feroz, al punto de hacerme sentir una prostituta. No era como otra veces, era algo irracional, como si en ese contacto anal estuviese descargando su voracidad, en parte me asusto pero a su vez me activaba esa comunión anti natura, donde cada intromisión me hacia elevar mi cabeza.
El dolor y el goce se mezclaban, haciendo ese contacto en algo impresionante, era todo tan voluptuoso, que si bien mi actitud era pasiva, recibía constantemente el ímpetu de su dinamismo, manteniendo mi cuerpo en un ...
... estremecimiento continuo. Duró bastante disfrutando de mi conducto, hasta que sentí como su esperma evacuaba en mi maltratado recto.
Sin quitar su verga de mi culo, mordisquea mi cuello, oprimiendo intensamente mis tetas hasta quitarme un gemido de dolor.
“Eres divina, nunca había copulado analmente, sentirte como oprimías mi aparato, me encantó”
A pesar de estar algo extenuado, no se movía disfrutando de ese contacto anal, besando mi espalda, asiduamente.
Después de esa amena copulación, me dieron ganas de orinar, le comenté que me pasaba, que buscaría un lugar más privado.
“Hazlo acá, quiero verte como lo haces
“Pero, nunca lo he hecho delante de nadie, me da cosa”
“Vamos, muéstrame”
No sé porque, pero me coloque en cuclillas, frente a él, como desafiando su proposición, dejando ver como evacuaba libremente mis aguas, a lo que Quique no perdió detalle de lo que estaba haciendo, que si bien me sentí algo abrumada, algo que nunca había practicado frente a alguien, solo cuando chica ante mi madre, me producía una sensación de exaltación, un morboso placer, al sentirme observada, mientras mis líquidos producían algo espumoso humedecían la arena.
Esta vez regresé al mar desnuda, me encantaba ese desafío, al salir Quique mantenía una nueva erección, apenas llegamos al lugar me hizo colocar en cuatro, mientras volvía a introducir su pene, que a pesar del ardor de esa parte más mis tetas inflamadas, me entregué a ese nuevo acople, donde sus vehementes bombeo me ...