Autoregalo compleaños
Fecha: 27/01/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... un boxer blanco y el torso desnudo...masajeando la espalda, el culo y las piernas de mi mujer que brillaban por el abundante aceite del masaje.
Silvia: “Te dije que iba a hacerme un regalo. Siéntate y disfruta”.
Alberto: “Eres una puta, pero me encanta que seas mi puta”.
Me senté a una butaca, al lado de la cama y observé cómo aquel mulato de cuerpo escultural masajeaba a mi mujer, a la par que su herramienta adquiría grandes dimensiones dentro de su boxer.
“Date la vuelta”, le sugirió el masajista que resultó ser cubano, con un acento inconfundible.
Silvia se dio la vuelta y dejó ver sus enormes tetas que pasaron a ser envueltas en aceite. Aquel mulato cabrón, sobaba las tetas de mi mujer con una mano y se tocaba la polla con la otra, una polla que no aguantaba más dentro de aquel boxer.
Silvia: “¿te gusta cornudo ver como soban a tu mujer? Tantas veces imaginándolo y ahora se está haciendo realidad pedazo de cabrón”.
Mi excitación era brutal, jamas había estado así. Quería sacar mi polla y empezar a tocármela, pero decidí esperar los acontecimientos.
Mientras aquel mulato sobaba sus tetas, Silvia decidió dar un paso más. Dirigió su mano al rabo del masajista y empezó a sobarlo:
Silvia: “joder vaya pedazo de polla que tienes, cabrón”.
El masajista la sacó del bóxer y la puso en la mano de Silvia, que necesitó sus dos manos para aún así no cubrirla por completo. Silvia escupió abundante saliva en su mano y empezó a pajearla mientras mordía su ...
... labio inferior en señal de gusto.
Mientras la meneaba con ímpetu me miro y me dijo: “mira como la pajeo cornudo, la tuya es grande y gorda, pero está todavía más”.
Tardo menos de medio minuto en incorporarse y meterse toda la polla negra en su boca. Escupió varias veces en ella hasta llenarla de babas e intentaba tragarla toda mientras se le caía la baba por la barbilla. El masajista la cogía por la cabeza y la obligaba a tragar, le follaba la boca de forma brusca y Silvia disfrutaba como una auténtica zorra.
Aquel mulato sé apenas 25 años estaba cada vez más cachondo...”vaya zorra tienes, como la chupa”. En una de esas embestidas en su boca, le sujetó fuerte del pelo, sacó la polla de su boca y se acercó a besarla, nada más lejos de la realidad, cuando estaba cerca de su boca le escupió en la cara y siguió follándole la boca con brusquedad.
No aguantaba más y saqué mi polla del pantalón y empecé a pajearme viendo aquella escena brutal que tantas veces había imaginado.
Silvia dejó de comer aquel enorme rabo y me llamo “desnúdate y ven aquí”. Así lo hice, me obligó a ponerme a su lado para ver a escasos centímetros de mi cara como mamaba con ansia aquella polla.
Sílvia: “bésame cornudo, quiero que sientas el sabor de esta polla”...y me besaba dejando caer su saliva untada de polla dentro de mi boca.
Nos pusimos en pie y Silvia se arrodilló, junto nuestras pollas y comenzó una doble mamada mojando nuestras pollas.
Silvia me miraba a los ojos con aquellas ...