1. La otra Marta


    Fecha: 29/01/2022, Categorías: Lesbianas Autor: bimont, Fuente: CuentoRelatos

    ... como en un gesto de aceptación.
    
    - Estás muy tensa, quizás agradecerías unos masajes.
    
    - Ahora. ¿Tú crees? -Tragó saliva y se mordió el labio.
    
    - Si, ahora, ven conmigo.
    
    Marta se levantó, le alargó la mano que ella tomó y se dirigió a una habitación. El espació era amplio, en el centro una cama grande tipo tatami, con cabezal de barrotes, una cómoda, un pequeño diván, predominaba el color blanco, encendió unas velas dejando la luz tenue de una pequeña lámpara, puso música apenas audible. El clima de la habitación de lo más sensual.
    
    - Todo lo que te importa ahora es disfrutar. ¿Lo entiendes? -Sacó de la cómoda una cinta tapándole los ojos.
    
    - Si, estoy nerviosa -Susurró.
    
    Le preguntó si quería irse y olvidarlo. Con rotundidad -No -Con los ojos vendados y de pie aceptó inmóvil, esperando. Me acerqué a ella, le dije que se relajara y le di un beso suave en los labios. Le sacamos el vestido, el sujetador y las botas, quedando con la braga culote y unas medias elásticas sujetas en los muslos.
    
    Tal como yo la había conocido continuaba rellenita, no había tenido hijos, sus curvas repartidas con armonía, los senos generosos empezaban a perder verticalidad, areolas grandes, rosadas, los pezones erectos quizás por estar excitándose, caderas y buenos muslos, por detrás un generoso trasero. La braga color burdeos con encajes, cubría el bulto del pubis, la transparencia de la tela permitía entrever un cierto color oscuro, por lo que supe de inmediato que seguía con el ...
    ... pubis peludo. En la época de los años de la adolescencia en el grupo reducido de amigas nos enseñábamos las novedades que surgían en nuestros cuerpos y ella destacaba siempre por la abundancia de su vello púbico y su postura de no arreglárselo, incluso cuando le sobresalían de su bañador. Como ella había insinuado, en aquellos años inocentes, juegos digitales, tocamientos, algún que otro beso, en ocasiones las cosas llegaron a más con alguna, algo parecido sucedía con algún chico. Aunque ella era de las que cuando las cosas subían de tono desaparecía.
    
    La ayudamos a tumbarse sobre la cama de bruces, nos desnudamos, quedándonos solo con medias liguero, las dos coincidíamos, las que dejan al descubierto muslos, glúteos y delantero. Desnuda daba la impresión de ser más alta, vientre plano, el pecho, de las tres los de menor tamaño, sin aureolas pero sobresalían unos pezones en punta rosados, un triángulo de pubis recortado y delimitado, entre unos torneados muslos su sexo donde unos labios mayores colgaban como los lóbulos de las orejas, unas nalgas redondas con una marcada canal separándolas. Me dio un beso en los labios, me acarició suavemente los pechos y pasó la mano por mi pubis completamente rasurado.
    
    - ¿Te estás divirtiendo? -Asentí y sonreí.
    
    - Te gusto -Le dije casi en silencio
    
    - Eres increíble, pero primero es ella.
    
    Seguidamente le derramó aceite sobre su espalda y con las manos empezó con masajes circulares, sus dedos se deslizaban hasta la zona justa de la ...
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