Araceli seduce a Alicia
Fecha: 31/01/2022,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... ataque. Por fin Juan se despidió después de invitarnos y me dijo Alicia :
- ¿Qué te apetece? ¿Vamos al local de Jesús a tomar una copita?
El local de Jesús era un pub tranquilo de un amigo nuestro. Ponían música de los 80 y 90 y había buen rollo.
- Claro, genial.
Llegamos, nos pedimos dos ron con coca-cola y nos sentamos en una mesa a hablar de nuestras cosas. Yo le contaba que estaba superando la ruptura con mi ex y ella me contaba de su relación con Juan.
- Pues no sé. Yo le quiero mucho, pero parece que la relación se está enfriando un poco
- ¿Ya no hay chispa?
- Creo que la monotonía nos está haciendo mella. No hacemos nada nuevo y, aunque estoy muy bien con él, está ganando el aburrimiento.
- ¡Hola preciosas! – apareció Juan con tres chupitos en la mano – Brindemos por las dos chicas más guapas del local.
- Muchas gracias Juan, así da gusto – le dije. Estaba encantada porque ya sabía yo el efecto que provocaban los chupitos en mi amiga.
- Gracias, eres un cielo – le dijo Alicia levantándose para darle dos besos.
- Con vosotras soy lo que haga falta. Os dejo que tengo que hacer papeles en el despacho, luego me paso a veros.
- Vale, hasta ahora.
Con la excusa de ir al baño me acerqué a la barra y volví a la mesa con otras dos copas y otros dos chupitos. Intentaría ir rellenando su copa con la mía como había hecho con la primera.
- Bueno, ¿y en la cama que tal con Juan? – me atreví a preguntar.
- Regular. Menos veces y más ...
... rápido.
- Vaya, ¿lo has hablado con él?
- Sí, pero ya sabes que si el trabajo, el estrés y bla bla bla todo sigue igual.
Seguimos hablando un ratito y cuando ya se estaba terminando la copa, intentando que no se notara la ansiedad con la que lo decía le pregunté :
- Nos estamos poniendo un poco depres ¿nos vamos a bailar?
- Pues me parece bien, como sigamos así nos vamos a deprimir más que la tasa de empleo. ¿Pero dónde vamos? No conozco ningún sitio por aquí y me da pereza coger al autobús.
- Abrieron un local hace unos meses al lado de mi casa. Fui con Petra un par de veces y está muy bien.
- Pues que no se diga.
Empezamos a recorrer la tres manzanas que había hasta el local. Alicia se quejó de que hacía frío y no llevaba nada de abrigo.
- Ven cariño, arrímate a mí – aproveché para agarrarla de la cintura y fuimos pegaditas hasta que llegamos al local.
El local al que llevaba a Alicia se llamaba “Isla de Lesbos”, ya os podéis imaginar la gente que iba, así que al llegar la hice entrar rápidamente sin darle tiempo a que viera el local por fuera para que no se fijara en el nombre del letrero.
- Vamos a la barra y pedimos dos copas – la arrastré sin pedirla opinión.
- No creo que deba beber más – me dijo Alicia.
- No te preocupes. ¡Camarera! Dos ron con coca-cola, uno de ellos muy cortito de ron.
- Bueno, lo beberé despacio, ya estoy un poco tocada.
La camarera nos sirvió las copas y las intercambié sin que Alicia se diera cuenta ...