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Buena chica (Parte 3)
Fecha: 28/02/2022, Categorías: Infidelidad Autor: DamianCcK, Fuente: CuentoRelatos
... soy yo el que le está follando el culo en tu despacho de mierda. Mira como le gusta, mira como se la clavo, míralo gilipollas, aggghhh, ahhh, me voy a correr joder. Se saca el rabo y se corre a borbotones. Otra vez en sus nalgas como el otro día. - ¿Llevas aquí apenas 20 minutos y ya te has corrido? Casi ni me he enterado de que me la has metido. Eres aún más patético de lo que pensaba. Te espero fuera. Rosana se larga del despacho y le deja allí. Limpiándose como puede con unos pañuelos que había encima de la mesa. El día sigue con una dinámica parecida. Rosana decide donde, como y cuando se la folla. Ernesto se resiste a perder el control, pero acaba siempre sucumbiendo. Follan en la mesa de la cocina, en el cochazo de su marido aparcado en el garaje, en la piscina. Ella le hace comerle el coño bien largo en el jacuzzi. Le humilla verbalmente sin descanso. En cada polvo. En cada momento. Después de todo el día follando Ernesto está agotado. No da para mucho más. - Agarra algo en la cocina para comer. Quiero que recuperes fuerzas. Las vas a necesitar. Cuando acabes sube a la habitación de matrimonio. – Le dice Rosana y desaparece escaleras arriba. A pesar de estar exhausto él vuelve a hacer lo que le dice. La idea de follársela en la cama donde duerme con su marido le pone demasiado cachondo como para dejar pasar la oportunidad. Se hace un sándwich sencillo con lo que encuentra y sube escaleras arriba. Al llegar a la habitación se encuentra a Rosana ...
... haciendo unos nudos con unas cuerdas al cabecero de la cama. Cómo sabía él lo que le gusta a esta zorra. La va a atar y se la va a follar de todas las maneras posibles en la cama donde se acuesta con su marido. Pensaba que no le quedaban fuerzas, pero se le pone dura de nuevo solo con la idea. Rosana se ha cambiado de ropa. Ahora sí, se ha vestido para la ocasión. Lleva unas bragas negras con liguero y nada más, se ha maquillado y sus labios lucen un rojo intenso, el pelo suelto y liso le cae sobre sus hombros. Impresionante. Unos minutos después el que está atado a la cama es Ernesto y no ella. De nuevo no sabe como ha acabado en esa situación. Se maldice a sí mismo. Pero un último vistazo a Rosana con esa pinta de zorra le hace olvidarse de todo. Justo antes de que ella le tape los ojos con un pañuelo negro de seda. Es obvio que no es la primera vez que ella hace esto. Sabe lo que hace. Por mucho que lo intente le es imposible desatarse. Está inmovilizado. Rosana acaba su trabajo atándole cada una de las piernas a los soportes de la cama. Le deja las piernas completamente abiertas. En ese momento él no le da demasiada importancia. Iluso. Como es lógico el no poder ver incrementa los otros sentidos de Ernesto. Cuando ella empieza a lamerle los pezones se le eriza toda la piel del cuerpo. Nota el peso de sus pechos en su barriga y se estremece según ella va bajando lamiendo cada centímetro de su piel. Si no fuera porque ya se ha corrido varias veces no habría tardado en ...