Citas que salen mal, muy mal
Fecha: 07/03/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: molly625, Fuente: CuentoRelatos
... cabeza, con ayuda de Zak, y sin mi oposición. Era una funda suave, como de látex, que no me dejaba ver nada pero que me permitía respirar. Uno de los dos me cogió por los brazos y el otro por las piernas. No era pesada, por lo que no les costó gran esfuerzo levantarme.
Me sacaron de la habitación y me llevaron a algún lado. Escuché como abrían una puerta con una llave y luego cerraban la puerta al pasar. Me subieron a una superficie, y me tumbaron boca arriba. No estaba fría, por lo que pensé que debía ser de madera.
Noté como unas piezas se cerraban en mis tobillos y en mis muñecas, y luego también en mi cuello. Me revolví intentando escapar pero era inútil. Noté como unas cuerdas o algo tiraba de mis extremidades. Tenía las manos agarradas a la pieza de mi cuello, pero las cuerdas hacían mucha fuerza y tuve que soltarme. Aquello me tiraba de las piernas hacia un lado y de los brazos hacia el lado contrario. Por mucha resistencia que hice, mi cuerpo se estiró completamente hasta quedar con las piernas abiertas y los brazos hacia arriba, con todo mi cuerpo en forma de cruz.
No podía moverme y no podía escapar. Todavía no contentos con aquello, me pasaron unos cinturones por ambos muslos y otro muy apretado por mi cintura.
Estaba totalmente desnuda y expuesta. Tenía miedo y no sabía que esperar. Lo único que sabía es que me iban a torturar, de eso no tenía ninguna duda.
-Has incumplido una de las normas más importantes que te enseñé. Está totalmente prohibido ...
... darse placer sin el consentimiento de tu amo. -dijo Zak con tono serio.
No recuerdo para nada esa norma, pero he de reconocer que no presté mucha atención al leer aquella hoja.
-No me hagáis daño por favor, ¡¡haré lo que sea!!
-Tarde, ¡niñata desobediente! Te aseguro que hoy lo aprenderás, pero por las malas.
Durante un tiempo que se me hizo eterno, hubo mucho silencio. Les escuchaba levemente, moviéndose por la habitación y haciendo algo que no conseguía averiguar. Tenía miedo de lo que me pudieran hacer, pero a la vez deseaba que me hicieran algo para terminar la angustia de la espera.
Al cabo de un rato noté como algo frio se apoyaba en mis labios inferiores. No pude evitar emitir un gemido con el susto. Luego empezó a vibrar y supe que era un consolador. Con ayuda de los dedos se abrió paso entre mis labios para tener contacto directo con mi clítoris. De nuevo no pude evitar un gemido y la contracción de mis músculos.
-Nooo, por favor. ¡Lo tengo muy sensible ahora! -dije sin mucha esperanza. No me hicieron caso, ni siquiera respondieron. De hecho subieron la velocidad de ese chisme. Moví el culo hacia abajo intentando alejarme pero era imposible.
Llevaba unos segundos con el vibrador puesto, pero ya me había dado cuenta de que era muy efectivo. Mucho más que el que yo tenía en casa.
Me daba mucha vergüenza que me hicieran eso. Prefería cualquier otra cosa por muy humillante que fuera. El instante en el que llegas al orgasmo es demasiado íntimo como ...