1. Ayudando a Mamá (08) [Final].


    Fecha: 03/06/2018, Categorías: Incesto Autor: nokomi, Fuente: RelatosEróticos

    ... una pésima madre. Prometo que hoy mismo voy a hablar con ella de este tema, le voy a decir todo abiertamente, no quiero que ella sufra lo mismo que sufrí yo. ¿Cómo no lo vi antes?
    
    - Está bien Elvira, no te tortures. Mientras lo hables bien, ella va a saber entender y no se va a enojar. ¿Podemos dar todo por arreglado? – asentimos con nuestras cabezas – entonces vení para acá Nico, no seas tan cagón. No mordemos.
    
    Miré mi pene ya flácido y colgante y rogué que fuera cierto eso de que no mordían. Me les acerqué y nos dimos un caluroso abrazo en conjunto. La familia estaba unida otra vez.
    
    Elvira fue al baño a lavarse la cara y el cuerpo. Mi madre optó por la pileta de la cocina, como yo no lloré simplemente me sequé la transpiración del rostro utilizando la remera que me había quitado, pero si me lavé el pene utilizando agua de la misma canilla que mi madre.
    
    - Lamento haber interrumpido – me susurró mi mamá – se notaba que la estaban pasando bien.
    
    - Si, la estábamos pasando muy bien, pero yo te estaba esperando. Hice tiempo hasta que llegaste. Quería que hablaran.
    
    - Hiciste bien, al final todo parece estar bien – mientras hablábamos fuimos hasta su cuarto, ella comenzó a desvestirse para ponerse algo más cómodo – la verdad es que no me esperaba verte haciendo eso con tu tía. Me imagino que no fue la primera vez.
    
    - No lo fue – respondió Elvira desde la puerta del dormitorio, miró los voluptuosos pechos de mi madre, los cuales ya estaban al desnudo – siempre ...
    ... tuviste mejor cuerpo que yo Graciela.
    
    - ¿Qué, pero qué decís? Si hasta hoy en día vos te ves mejor – para mí era sólo una cuestión de opinión, las dos estaban muy buenas, sólo una más rellenita que la otra, pero sus figuras eran muy sensuales – ¿Acaso no te acordás como todo los chicos se babeaban siempre por vos? Mis amigos me pedían permiso para espiarte desnuda mientras te bañabas – mi tía se rio.
    
    - Me imagino que no se los habrás dado.
    
    - Claro que se los di, salían re alzados después de verte… ahí aprovechaba yo – le guiñó un ojo, ya estaba completamente desnuda, hasta se había quitado la bombacha.
    
    - ¡Pero qué puta!
    
    - Igual no fueron tantos Elvira, sólo dos o tres.
    
    - Vos me debés unas cuantas hermanita.
    
    En ese momento me tenté y no pude contener la risa, aunque no era algo estridente, ambas lo notaron.
    
    - ¿Y vos de qué te reís? – me preguntó mi madre.
    
    - Es que estamos todos desnudos como si fuera lo más normal del mundo.
    
    - Se ve que a tu amigo también le causa gracia – agregó mi tía.
    
    Miré hacia abajo y allí lo vi, despertándose otra vez, ver tan bellas mujeres como Dios las trajo al mundo lo estimularon mucho.
    
    - Graciela, Nicolás nos ayudó mucho últimamente, ¿no te parece que se merece una recompensa?
    
    - Yo creo que sí, hermanita.
    
    Me miraron como un violador en rehabilitación puede mirar en una playa nudista. Retrocedí unos pasos y me senté en la cama, ellas se me acercaron de forma amenazante.
    
    - Bueno señoras, no nos precipitemos… ...
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