Con las manos en la masa
Fecha: 31/03/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
E: ¡Hola! ¿Cómo estás? ¿Qué haces?
T: En el trabajo, ¿y tú?
E: En casa, tengo un regalito para ti ¿por qué no vienes?
T: Trataré de acabar pronto y te caigo en una hora.
Faltaba poco para su boda, pero aun así nosotros le seguíamos poniendo bien y bonito, ya casi no veía a Ivette y aunque conocía nuevas chicas no podía dejar de fornicar con Estela.
Puntualmente llegué a su casa, estaba a punto de tocar, pero noté que había un letrero para mi ¡Sube! Obedecí el escrito y subí a su habitación.
Al entrar ¡Dios mío!, estaba ella en lencería roja, acostada en su cama y con una cara picara.
T: ¿Oye, no es peligroso?, él puede llegar en cualquier momento!
E: ¡No te preocupes, el llegara tarde, ven aquí amor!
Y es que como lo dije en mi relato anterior ella ya vivía con su pareja que tiene de nombre Fernando y solo se casarían para formalizar más las cosas.
Me quité mi camisa y me lancé sobre ella, comencé a besarla pasionalmente y acariciarle su delicioso cuerpo.
Ella hacía lo mismo su boca mordía mi cuello y su mano acariciaba mi pene, el saber que en cualquier momento nos descubrirían me excitaba mucho y es que ella era muy buena calentándome, pasaba más tiempo con ella que con algún otra últimamente.
Mis manos acariciaban sus muslos hasta llegar y apretar sus ricas y firmes nalgas, mi boca besaba su cuello y ella lanzaba suaves gemidos, poco a poco besando mi pecho bajo a mi pelvis, quitó mi pantalón y trusa y comencé a devorar mi carne que ...
... tanto le gustaba, ella besaba la cabecita y luego con su lengua recorría mi tronco ¡uf! era maravilloso sentir su lengua y como succionaba mi verga, la devoraba hasta casi ahogarse con ella.
Se había vuelto una experta mamando mi gruesa verga, le apretaba la nuca, le acariciaba al frente, disfrutaba al máximo de sus lamidas y con ligeros movimientos acompañaba sus chupadas.
E: ¡Sabes rico amor!
T: ¡Síguele bebe hermosa!
No quise quedarme atrás, así que la tomé de su cintura y la acomodé para darle unas ricas chupadas, mi lengua recorría sus ingles y besaba sus labios vaginales, mi lengua entraba suavemente para juguetear su clítoris hasta ponerlo durito, ambos nos dábamos rico placer.
E: ¡Amor que rico! chúpame más.
T: ¡Si bebe chupas rico! continuemos!
E: Mejor ya métela papi, te quiero dentro de mi
T: ¡Que desesperada eres nena!
La acosté de forma fetal o de cucharita, levante su pierna y comencé a penetrarla suavemente mientras nos besábamos salvajemente, ella se movía como si se estuviese convulsionando, mi mano apretaba con firmeza sus pechos y sus piernas, mis movimientos aumentaban de velocidad y ella me miraba y gemía delicioso.
Con ella esa pose era lo máximo, su lengua probaba mis dedos, apretaba su clítoris y mi verga le entraba ms rico.
E: ¡Así Tyson! dámela así!
T: ¡Me vuelves loco amor! muévete que rica!
Ella me pidió que me acostara y se puso a cabalgarme, sus movimientos eran rápidos, ¡dejaba caerse sobre mí para que le ...