Morbo de centro comercial
Fecha: 10/04/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos
... excitada, podía verlo, podía sentirlo, casi olerlo. Al final salimos de aquella tienda sin nada de compra, tu ibas a pocos pasos de mi asomando un poco la goma de ese tanga, así que me adelante a ti, te mire a los ojos, recorrí tu cuerpo con mi mirada, centrándome en esos pechos que me apuntaban te dije de ir a casa.
Nos fuimos a por el coche y nos dirigimos a mi casa que estaba a unos cinco minutos. Tú conduces mientras yo desabrochaba mi pantalón, antes de llegar tenías que hacer una cosa, así que te dije que te metieras con una callejuela que yo sabía poco concurrida. Dame esos pechos te dije y tu abriste los botones para que los saboreara y poner esos pezones aún más duros antes de llegar a casa. Tu respiración ya hacía escapar suspiros por la boca, mientras una de mis manos acariciaba la parte interna de tus muslos.
Te mande que te taparas y arrancaras para ir a casa.
Cuando llegamos te deje pasar primero y nada más cerrar la puerta te agarre de la muñeca y te volví contra mí, para fundirnos en un beso lleno de pasión, agarrando tus caderas, contra la pared. Fui desabrochado tus botones de la blusa dejando tus pechos al aire para seguir besando tu cuello mientras te acariciaba tu pecho para acabar metiéndome los pezones en la boca.
Pasamos al salón donde te ordene que te quitaras toda la ropa, que solo te quedaras con el tanga, despacio, alegrándome la vista a cada momento, mientras yo en una silla me iba acariciando mi miembro que luchaba por salir del ...
... pantalón.
Se te notaba muy cortada, pero accediste sin rechistar, tus hombros, tus pechos, desabrochabas tu pantalón dejándolo caer por tus caderas hasta los tobillos y sacándolos lentamente. Cuando ya te tenía como quería te dije que te dieras la vuelta, quería ver ese culo que tanto deseo, así lo hiciste y volviendo a agarrar tus caderas hice que dirás un paso hacia atrás quedando tu culo a la altura de mi boca. Empecé a lamerlo, besarlo y a darte algún azote que otro, y metiendo una de mis manos entre tus muslos.
Acabé por arrancar de un tirón tu tanga, me miraste con cara de enfado, pero me daba igual, solo había en mi pasión y lujuria en mí.
Te hice sentar en la mesa y tu sexo, con un poquito de inclinación por mi parte, quedaba a la altura de mi boca, tus pies en mis muslos y mi cabeza recorriendo tus piernas con la lengua hasta llegar a ese punto que tanto te gusta que juegue. Puse tus muslos en mis hombros, dejaste caer tu cuerpo sobre la mesa y te hice mía.
Mi lengua abría tu sexo mientras tú apretabas tus muslos contra mi cabeza sin dejar que me escapara. Yo aproveche para ir quitando mis pantalones ya que mi excitación era máxima. Dos de mis dedos entraban en ti mientras mi lengua no paraba de mover en círculos tu clítoris, no aguantaba más, no podías con la excitación, tus gemidos solo se paraban para decirme que te corrías y eso hizo que mi mano izquierda se fuera a tu pezón para pellizcar y acariciar tu pecho. Te corriste en abundancia contra mi cara, ...