1. melli 1


    Fecha: 05/06/2018, Categorías: Incesto Autor: Susyalfi, Fuente: SexoSinTabues

    Melli 1 Soy una mujer muy feliz, he logrado ser una persona estable y centrada, no niego que me costo un poco mejorar pero con la ayuda de mi mellizo, todo lo pude. Nuestra infancia fue normal con padres cariñosos y pendientes de nosotros, pero lograr crecer y ser independientes nos llevo a hacer algunos sacrificios, sobre todo alejarnos de ellos y de la comunidad que nos vio nacer y crecer juntos. De muy niños nos conocimos uno al otro completamente, mama nos bañaba juntos y la cansé preguntándole que tenia mi hermanito allí que yo no tenia. Me conto mil veces que los hombres eran por eso distintos de las mujeres, yo lloraba pues quería tener eso y poder mear lejos como el con un fino chorrito y no como yo que lo hacia mas grueso y mojandome toda, por falta de esa diminuta manguerita. No había morbo, solo la idea fija de que a mi me estaba faltando algo importante. Cansada mama un dia de tanto insistir me muestra que ella también era como yo, claro mas grandota y que tenia tetas, como cuando sea grande también me saldrían a mi. Desde ese dia pensé como le deben pesar son tan grandotas, no le molestará llevarlas, jaja y a el no le molestara llevar ese chorizito y esas bolitas colgando permanentemente, y cuando sea grande, ahí seguro le pesaran mucho. Y a papa que es hombre y grande cuanto les han de molestar. Al final como soy y estoy me debería sentir conforme y no envidiar a los otros, cierto? Ya un poco mayor pero aun una nena, comencé a disfrutar de cosas muy simples, ...
    ... sencillas, que la mayoría de mis compañeras nunca le dieron importancia, es que soy muy sensorial. Por ejemplo, sentía y siento placer al evacuar, no solo me alivia el súbito dolor de panza sino que al correr los soretes por mi recto hacia afuera los siento como se deslizan haciéndome feliz, para mi es excitante. Lo mismo que orinar, pero lo mas lindo es sentir como corre por la uretra de mi hermanito cuando le sostengo su pija mientras lo hace. Orinar lejos, por años lo envidié, pero una amiguita me enseño a que con dos dedos me levante la uretra y de parada llego bastante lejos. Cosas de chicos que dejan huellas imborrables, hasta jugar con los orificios de una y de las otras hasta que se comenzamos a sentir sensaciones nuevas, extrañas, agradabilísimas. Como soy muy hincha pelotas, me la pasaba preguntándole a mi hermano que sentía él al tocarse y porque había ocasiones que esa baba de carne se llegaba poner dura y si bajaba su pielcita salía reluciente una bella ciruela roja y brillante que hacia me viniesen ganas de saborearla. Esas bolitas que a veces colgaban como en una bolsita de pellejo y en otras ocasiones se formaba una pelota compacta como de ping pon. También eran un misterio para ambos. Con el tiempo y el asesoramiento de los compañeros de escuela fuimos descubriendo cosas, había algunos; tanto varones como chicas mas adelantados que nosotros y eran en cierta forma nuestros maestros. Ante de que sucediran los hechos ya sabíamos para que servía el sexo, y como iba ...
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