1. De chantaje a placer, termino cogiendo con él


    Fecha: 18/04/2022, Categorías: Infidelidad Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    ... saliva, yo gozaba estar en esa camioneta cabalgando a ese cretino.
    
    K: ¡Te gusta?, uhm!
    
    H: Ah, me encanta, uh, muévete, ¡muévete!
    
    K: ¡Que rico, uhm, mas, empújate más!
    
    H: Toma, que puta más rica, ¡uhm!
    
    Él se sentó y yo subí en el dándole la espalda y moviendo mi cadera en círculos, sus manos acariciaban mi clítoris, me tenía jadeando y yo a él, que rico sentía, ¡me apoyé de las cabeceras de los asientos delanteros para moverme más rico!
    
    H: ¡Oh, nea que rico te mueves, uhm, así, que rico, así!
    
    K: Ah, uhm, que rico, te gusta, uhm, ¿te gusta?
    
    H: Si, así, ¡me voy a venir me voy a venir bebe!
    
    Comenzamos a movernos como locos, yo sacaba a relucir mis movimientos más sensuales, el gemía, gritaba, me jalaba el cabello, ¡sentía como se inflaba sentía como estaba por estallar!
    
    K: ¡Sácala papi, sácala, uhm!
    
    H: ¡Ah!! ¡No mames uhm!
    
    K: ¿Borras las fotos?
    
    H: ¡Si, ah!! ¡Si las borrare!
    
    K: ¡Si, que rico, uhm, buen chico, ah!!
    
    H: Dios, no aguanto más, ¡no!!!
    
    El comenzó e venirse dentro de mí, que rico, también tuve un orgasmo y ambos gritábamos del placer obtenido.
    
    Como toda ...
    ... una ramera me saqué su verga y fui nuevamente a mamárselo, ya me estaba acostumbrando a hacer eso, ¡le chupaba su verga para escurrirle la última gota!
    
    K: ¡Borra las fotos, uhm!
    
    H: ¡Ah!! ¡No mames que rico!
    
    K: ¡Bórralas papi!
    
    H: Si nena, uhm, mira, ¡ve como lo hago!
    
    Efectivamente, borro cada una de ellas, mi tranquilidad volvía, sabía que me había librado de un problema, él estaba en el cielo, no se movía ni decía nada, así que fui por mi ropa que estaba tirada en el arbusto y luego el reacciono, ¡se vistió y me dijo que me llevaría donde me recogió!
    
    En el trayecto él iba feliz, alardeando que me cogió, que nunca lo olvidaría, trataba de ligarme, pero yo lo bateaba, ya más tranquila le dije que no se repetiría jamás y que no anduviera de bocón, el solo se reía, pero finalmente me dejo en la calle donde me recogió.
    
    Pensé que todo estaba más relax, ¡iba caminando hacia mi casa cuando escuché su voz!
    
    Q: ¡Hola como estas?!
    
    Era Enrique, un tipo que me pretendió antes de mi marido y según yo estaba en la cárcel, un escalofrió me recorrió, sabía que se avecinaba un nuevo problema.
    
    Kali 
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