1. La mama de mi amiga


    Fecha: 05/06/2018, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... apartamento esperé en la sala, le ofrece algo de beber ya que el calor era algo insoportable.
    
    Mientras estaba en la cocina me imaginaba que en ese lugar con ella y de sólo pensarlo sentí que ya me estaba humedeciendo por debajo de mi falda.
    
    Ufff... qué calor, ¿no? - le dijo dándole el agua. ¿Por qué no te quitas esa blusa que se ve bastante calurosa?
    
    No pudo evitar sonrojarse un poco, por mi solicitud, pero lo hizo, se quito la blusa quedándose sólo con un top deportivo,
    
    Vamos a mi recámara para que veas el "paquete", -le dije, invitándola a subir a mi habitación. Ya en el cuarto, cierró bien la puerta y sacó una caja de debajo de la cama, yo estaba sentada en medio y me ponía cada vez más caliente por ver cómo eran esas cosas.
    
    Acto seguido, le muestro mis juguetes y le contó que no los utilizaba desde que empezó mi enojo con Vanessa
    
    ¿Me ayudarías a probarlos? – le pregunte dirigiéndole una mirada pícara e incitante.
    
    ¿Y cómo puedo ayudarte? - dijo un tanto inocentemente. Me crees una inexperta, largando una carcajada...
    
    Después de esa a respuesta, la mama de Vanessa encendió el vibrador y me dijo que la observara. Se bajó la tanga que llevaba y se subió un poco la falda corta que tenía, se acomodó en la cama con las piernas abiertas y comenzó a darse una especie de masaje en el clítoris, se veía una escena bastante cachonda, ella haciéndose eso mientras entrecerraba los ojos y empezaba a gemir suavemente.
    
    Eso ya me tenía súper empapada la ropa ...
    ... interior, me concentré tanto en verla que no me di cuenta cuando mis dedos cobraron consciencia propia y se metieron debajo de mi falda para masturbarme con la rica postura de la mama de Vanessa. Ella me observaba también y se calentaba aún más, yo le dí rapidez a mis dedos y casi al mismo tiempo tuvimos nuestros orgasmos.
    
    Ahora viene lo bueno y donde tú me ayudarás amiguita - me susurró. Con mucha sensualidad me quitó la ropa que me quedaba hasta dejarme desnuda, yo no dije nada porque quería ver hasta donde llegábamos. Después ella se quitó la ropa y comenzó a chuparme y morderme suavemente los pezones. No creí que tuvieras senos tan deliciosos - decía. Yo estaba excitadísima y le dije que cuál sería mi ayuda.
    
    Ella me entregó el juguete de doble pene y se puso a cuatro pies en la alfombra. Métemelo - susurró. No pensé más y con suavidad se lo fui introduciendo tanto en su vagina como en su ano. Ay, eso duele un poco, deberías hacer algo para lubricarlo -sugirió.
    
    Su vagina estaba ya muy mojada por el orgasmo anterior así que lo único que faltaba lubricar era su orificio anal, de modo que comencé a lamérselo dejando mucha saliva a su alrededor y dentro de él. No me creí capaz de hacérselo así pero lo hice por tanta calentura que ya tenía, además ella era muy ardiente y eso me animaba más.
    
    Entonces volví a intentarlo y ahora sí ella gemía de placer, lo estábamos disfrutando al máximo pero esperaba que yo tuviera algo de acción también, así que cuando ella tuvo su ...