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¡sorpresa!
Fecha: 02/05/2022, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... pene de Andrés tan al fondo de su boca que empezó a tener arcadas, pero siguió chupando. Andrés se echó hacia atrás disfrutando del placer oral que le entregaba Muriel mientras que con sus manos en alto buscaba en su celular la música para nosotras. Mari Pili no podía creer lo que estaba viendo. Estaba petrificada observando como lamía y relamía el pene de Andrés hasta que empezó a sonar la música. Estaba acostumbrada a ver escenas como estas, pero ver a Andrés como disfrutaba con Muriel, su deseo prohibido por años, me excitó de sobremanera así que apenas empezó a sonar Chanchan y otras melodías de Buena Vista Social Club empecé instintivamente a contornear mis caderas y sacando de su estupefacción a Mari Pili la invité a pesar de su reticencia a que bailáramos. Me quite los zapatos y me comencé a mover al ritmo cadencioso de la música cubana. Tomé a Mari Pili por la cintura para que siguiera los movimientos. Me solté el cabello que traía amarrado con una coleta y fui subiendo poco a poco mi falda. Movía mi cuerpo armoniosa y eróticamente mirando fijamente las expresiones del rostro de Andrés pero me distraía la efusiva actividad Muriel. De pronto se levanta y le dice secretamente algo a su oído. Andrés meneó sonriendo su cabeza y la besó en los labios. Liberado el pene de su boca pude apreciar la potente erección que tenía en ese momento. Me empecé a mover más intensamente al ritmo de la música acariciando mi cuerpo, sacando y dejando caer ...
... lentamente las prendas de mi ropa .Muriel por su parte me empezó a observar fijamente y abriendo sus piernas se comenzó a masturbar suavemente. Sus dedos jugaban a entrar y salir de su vagina sin contratiempos lo que hacía adivinar que su humedad era abundante. Sus dedos hacían círculos sobre su clítoris y buscaban incansablemente su vagina para no salir del lugar. Cuando Mari Pili vio cómo se estaba masturbando dejó de bailar, se arrodilló frente a ella, quitó su mano y metió su cabeza entre las piernas de Muriel. Veía como la chica lamía su clítoris una y otra vez haciéndola gemir reiteradamente mientras yo seguía bailando sola. Mis caderas jugaban al ritmo de la canción hasta que empecé a avanzar bailando de espaldas hacia Andrés poniendo mis nalgas frente a su cara como regalo. Tomó mis caderas con ambas manos y abriendo mi trasero con su lengua empezó a lamer vigorosamente mi ano y mi vagina sacando deliciosos quejidos de mi interior. Estaba en éxtasis, era una sensación sublime. Su estado de excitación era máxima. Me voltee y de frente abrí mis piernas sentándome sobre su rígido pene empezándolo a cabalgar frenéticamente de una sola vez. Andrés al verme encima suyo aprisionó mis caderas levanto las suyas y metió su pené hasta el fondo haciendo que gritara de placer llena de lujuria. Pude sentir como la profunda embestida hizo que mi vagina respondiera de inmediato atrapándolo para no dejarlo salir. Fui subiendo el ritmo de mis movimientos mientras Andrés ...