1. El taller de mi esposo


    Fecha: 06/05/2022, Categorías: Infidelidad Autor: MartaGA, Fuente: CuentoRelatos

    Hola, soy Marta. Ahora tengo 35 años, pero desde hace un par de años comencé lo que les voy a relatar.
    
    Antes que otra cosa voy a darles cierto datos de mí, soy una mujer casada, me casé poco antes de cumplir los 18, con mi novio que tenía desde los 15, así que no fui una chica que conociera a muchos chicos, mucho menos que hubiera "experimentado", ya saben a qué me refiero. Bueno, la verdad es que para mi edad, aún tengo un muy buen cuerpo, buenas nalgas y unos pechos también muy decentes. Soy de piel blanca y un pelo muy negro.
    
    Bien, como les dije soy una mujer casada, mi esposo un hombre no de mal físico, 3 años mayor que yo, tiene un taller mecánico en el patio frente a nuestra casa, y como es obvio van hombres al taller a llevar sus carros a que mi esposo los arregle, por esa razón siempre o casi siempre hay hombres en el taller.
    
    Como yo no tengo un trabajo, a lo único que me dedico es a los quehaceres de la casa, lavar, hacer de comer, etc. Y también vendo cosas por catálogo, principalmente lencería y zapatos. Pero casi siempre me la paso en mi casa. Lo interesante de mi vida pasa cuando tengo que salir a comprar para la comida a la tienda que está cruzando la calle, porque tengo que pasar por en medio del taller y como es de esperarse, los clientes de mi esposo siempre se me quedan viendo, obviamente disimuladamente porque ahí está mi esposo, pero siempre puedo verlos voltear hacia mí y casi siento sus miradas en mis nalgas.
    
    La verdad es algo que ...
    ... siempre me había parecido un tanto normal y no le prestaba atención, incluso a veces solía molestarme un poco. Y es que por su trabajo, hay ocasiones en que mi esposo tiene que salir a ver un carro fuera de la casa, por lo regular lo llaman se ranchos algo lejos de la casa para que vaya a arreglar sus carros o camionetas del trabajo. Entonces cuando eso pasa, no deja cerrado el taller, según el para que lo clientes no se enojen de ver cerrado, en fin, lo deja abierto. Como es de esperar, vienen algunos clientes a ver cómo van sus carros, si ya quedaron o si hace falta algo.
    
    Ahí es donde se pone un poco más pesado, porque al no estar mi esposo, cuando paso por el taller para salir a comprar, sus miradas son más descaradas, muy directas, en ocasiones los escucho murmurarse cosas sobre mis nalgas. Con el tiempo empezó a darme curiosidad, pensaba en qué era lo que decían cuando se ponían a platicar después de que yo pasaba, entonces empecé a imaginar cosas con los clientes de mi esposo.
    
    Una ocasión mi esposo salió, se fue desde muy temprano mientras aún estaba acostada, dejó el taller abierto como de costumbre y sus clientes empezaron a entrar. Me pare y los vi ahí como siempre entre los carros, salí a comprar y obvio se me quedaron viendo, yo traía unos leggings azul marino y una blusa naranja de tirantes, debajo traía un cachetero de encaje que se marcaba en el leggings, cuando regrese de la tienda lo mismo, sentí como me miraba y los escuché decir algo sobre lo rica que me ...
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