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Una putita tan dispuesta
Fecha: 08/05/2022, Categorías: Sexo Oral Autor: lucashood, Fuente: CuentoRelatos
Aún estás vestida con el uniforme. No es necesario desprenderte de la falda y la blusa ya que él te observa ansioso recostado en una silla de escritorio… sin pantalones, con las piernas abiertas y su mano trabajando la dureza de su verga. El bolso con tus trabajos prácticos y la tarea de matemática te espera cerca de la entrada a la oficina mientras te acomodas tímidamente delante del viejo. Apoyas tus manos en sus piernas para poder arrodillarte y comenzar a dar la lección oral. Tu primera vez con alguien tan mayor. Con la boca seca por el miedo y la incomodidad, solo deseas hacer bien tu trabajo para vaciar las bolas de este tipo y marcharte cuanto antes de ese lugar. Él saca su mano de la verga, te regala una media sonrisa y echa la cabeza hacia atrás como invitándote a comenzar. Le das una chupada rápida a la punta. Observas la piel que todavía recubre el glande y te lo pones de vuelta en la boca. No quieres revelar tan rápido la cabeza hinchada de su pene. Estás apurada por irte pero a la vez quieres demostrar tus habilidades. Le das tres embestidas fuertes para variar el ritmo mientras piensas “a lo mejor no debería demostrar tanto entusiasmo”. Tu lengua recorre el tronco intentando lubricar con saliva la erección del profe. Luego apuntas hacia el glande que ya dejaste a la vista, para meter esa gruesa carne hasta el fondo de tu garganta. Tus labios tratan de hacer lo posible por abrazar esa verga hinchada pero tu boca no acostumbra estos bocados. Su mano ...
... viene al rescate y la sientes apoyarse en tu cabeza. La presión que ejerce te impide zafarte y te obliga a continuar avanzando con el atragantamiento. Tu lengua siente las venas palpitantes del violento pene, la saliva empieza a acumularse en tu boca y se chorrea por tus labios mojando un poco tu blusa blanca. Sin poder escapar, alzas un poco la mirada hacia el tipo que te domina para suplicarle piedad. Las lágrimas en tus ojos y la saliva escapando a través del falo deberían hacerle llegar el mensaje. El profe te libera y tomas una gran bocanada de aire. La cosa recién empieza y todavía puede ponerse más intensa. Te quitas un poco de saliva, enjuagas tus ojos y preparas tu boca para el segundo round. Esta vez su mano agarra tu cabello con fuerza y guía tu cabeza hacia sus bolas transpiradas. Empiezas a comer sus testículos mientras tu mano obediente sacude la verga que tienes delante de los ojos. A él le encanta como chupas esas bolas peludas. Te presiona con fuerza entre sus piernas y tu mano acelera el movimiento para terminar de ordeñarlo. No quieres que intente nuevamente desarticular tu mandíbula con su verga a punto de estallar. No quieres pensar en recibir su leche en el fondo de tu garganta. Tragar su semen ya sería demasiado. Ser una putita tan dispuesta no es lo que tienes en mente… aunque ya es tarde para pensar en eso. Todo esto ya es demasiado. Al profe le gustan las mamadas violentas y al parecer no le importa que seas la amiga de su hija ni que tengas 18 ...