Aquel hombre quince años menor que yo (Parte III)
Fecha: 14/05/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: canicula, Fuente: CuentoRelatos
Si, cuando vi que no me rogaría más, le puse los medios a este hombre quince años menor que yo para que me hiciera suya, ya estaba algo mojada, y escurrían en mi las ganas de que este hombre joven me la metiera, que pusiera su pene en mí.
Fue entonces que finalmente su pene comenzó a introducirse en mi parte más íntima, por decisión mía, me estaba ensartando un pene que no era el de mi esposo, por vez primera probaba un falo que no era el de mi marido, y lo estaba disfrutando mucho. Recuerdo que en cuanto sentí que me había metido todo su tranca, le dije insistentemente, “que rico" le implore que me "cogiera", y el empezó con tremendas embestidas.
Me restregaba con fuerzas su miembro viril, yo lo recibía con mucha devoción, con encanto, estaba sumisa y dispuesta para que este joven hombre se comiera lo que por ley le pertenecía a mi esposo. Creo que este joven hombre, al que yo le llamo príncipe, se estaba prendiendo muy rápido, percibí que no tardaría mucho en venirse, si yo misma me encontraba en un estado de alta efervescencia, y así sucedió, recuerdo que no le impedí en lo absoluto que se viniera en mí, sentí como su esperma caliente llovía en mi interior, me mojaba intensamente, me bañaba con sus fluidos, y yo los recibía sin mayor oposición, que hermoso sentí, fue maravilloso sentirlo.
No pensé que en una noche donde mi príncipe y yo solo nos veríamos en una hora para platicar y besarnos, terminaría entregando mi cuerpo, terminaría dándole mi tesoro más ...
... sagrado.
Nunca pasó por mi mente intimar con alguien más que no fuera mi esposo, y aquel día me estaban hasta depositando semen ajeno, a diestra y siniestra, regaba mi milpa un extraño. Me estaban "cogiendo" en una finca vieja mientras mi esposo me esperaba en casa y no me remordía mi conciencia en lo absoluto, solo al poco tiempo después.
Después de eyacular en mí, decidimos retirarnos de aquel lugar rápidamente nos subimos a mi automóvil, y recuerdo que le di una aventón un par de cuadras adelante, después llegué a comprar unas cosas a una tienda y marché hasta mi hogar donde mi esposo e hijos me esperaban.
No fui capaz de detener lo acababa de acontecer, porque así lo decidí, por convicción, hubo oportunidad de que esto no llegará más lejos pero me negué a ella, me dispuse para que me follarán, yo misma encaminé su pene a mi gruta para que me perforara.
En el camino un poco de remordimiento aterrizaba en mí, y a la vez un mar de excitación, venía de entregarme a otro hombre, mojada de semen ajeno, sentía mi ropa interior húmeda del líquido seminal de este joven mozo al que yo llamaba mi príncipe, venía de sentir un pene distinto al que estaba condicionada experimentar por el resto de mis días, me sentía un poco rara, pero a la vez feliz, viva, ansiosa de probar nuevas cosas.
Finalmente arribé a mi casa, un poco nerviosa con una bolsa de cosas en la mano, tenía miedo de que mi marido sospechará algo, pero cuando llegué él hablaba por teléfono sobre cuestiones de ...