1. Nuestra obra maestra (Segunda parte)


    Fecha: 16/05/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Erothic, Fuente: CuentoRelatos

    ... moscada y saco de un café más claro que me habría comprado en una prestigiosa marca de lujo, acompañado con una blusa blanca de manga a tres cuartos. Y debajo de todo eso me forraría con una lencería de cuerpo completo de lo más sexy y sensual, con trasparencias y encajes preciosos, delgados tirantes y pantimedias incluidas dejando la parte de mis pompas y vagina al descubierto, con listones en la parte de la espalda y bajo vientre como envuelta en un erótico regalo, revistiendo ajustadamente mi piel.
    
    Aquella increíblemente seductora lencería me empoderaba, me hacía sentir más mujer, más femenina, insuperable, fuerte e imbatible. Por último, me calcé unos zapatos de tacón muy altos color camello, me puse mis lentes de aumento y salí engalanada rumbo a la junta corporativa.
    
    Ya por la tarde, terminaba la reunión. Estaba muy satisfecha, seguro que los inversionistas y directores habrían quedado encantados con mi actuación, todo había salido de las mil maravillas, no tenía duda que formaría parte de ese nuevo y ambicioso proyecto.
    
    Daban las nueve de la tarde, aún había mucha actividad en la ciudad pero el sol nos había abandonado, posteando aquel hermoso paisaje de luces en las calles de la preciosa urbe donde transitaba en mi auto, justo frente a aquel despacho. Llena de felicidad y adrenalina que me había dejado mi exitosa presentación, me decidí a entrar para satisfacer la única inquietud que aun pendía en mi vida.
    
    Finalmente estacioné mi camioneta y entré ...
    ... decididamente al despacho. Ahí me recibía amablemente la recepcionista, se le miraba cansada y ansiosa por terminar su jornada. Le pregunté por algún asesor. Enseguida me encaminó al cuarto piso donde me aseguraba que podrían ayudarme.
    
    Yo pienso que solo quería deshacerse de mí, porque al subir por el elevador hasta el piso seleccionado no me encontré a nadie. Pero que mal servicio. Pensaba caminado por el alfombrado y elegante pasillo buscando alguna alma aún con vida en cada oficina y cubículo.
    
    Entonces apareció un sujeto, muy elegante y formal. Enseguida me cuestionó sobre mi presencia ofreciéndome su ayuda al tiempo que me encaminaba a una de las oficinas de cristal opaco en uno de los largos pasillos.
    
    No tardando, le expuse mis deseos con toda ilusión y alegría para que me ayudara a hacer realidad la residencia de mis sueños. Cuál fue mi sorpresa cuando me cortaba las alas de tajo explicándome que aquel despacho solo atendía a grandes constructoras y no daba servicio a particulares como yo.
    
    Eso me puso furiosa, había terminado con la racha de éxito de aquel hermoso día. ¿Qué clase de despacho era ese? Cualquier cliente debía ser bien recibido, fuese para un proyecto industrial o uno pequeño. Le levanté un poco la voz recuerdo, me sentía timada y ofendida. Le reclamaba visiblemente molesta mientras salía de su oficina regreso al elevador, decidida a salir para no saber más de aquel inmundo edificio.
    
    Pero ahí apareciste de nuevo. Justo cuando menos te quería ver, ...
«1234...11»