Tacones de altura
Fecha: 30/05/2022,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... con detenimiento. La imagen no puede ser más cachonda. Debo parecer una auténtica puta, desnuda en aquel paraje, tan solo llevo mis medias a medio muslo y mis larguísimos tacones. El tipo me coge por la cintura y me besa. Noto su boca atrapando la mía, me muerde los labios ligeramente mientras sus manos oprimen los cachetes de mi culo. Entonces me azota con sus manos y me ordena que me dé la vuelta.
Me pongo de espaldas a él expectante de su nuevo juego. Me empuja suavemente de la nuca hasta que mis tetas quedan aprisionadas contra la fría chapa del capó del taxi. A continuación abre ligeramente mis piernas y agachado pega un lametazo a mi rajita haciéndome estremecer de placer. Mis manos se aferran a ambos lados de ese coche, para seguir disfrutando de la lengua de ese hombre, que sigue chupando, lamiendo y mordiendo mis labios vaginales. Mi cuerpo recibe varias descargas de placer, tumbada allí, desnuda, boca abajo sobre ese motor todavía encendido, algo que me hace recuperar el calor en esa fría noche.
- Eres una maravilla, ¿sabes? - añade acariciando la cara interna de mis muslos, hasta llegar a mis tobillos, y tocar mis zapatos nuevos.
- ¡Fóllame, no puedo más! - le ruego allí tumbada con mis tetas aplastadas contra la chapa...
Noto su risotada y después su lengua jugando con mi clítoris, No puedo más y él lo sabe. Mis gemidos se escuchan con eco en aquel oscuro paraje. De pronto su polla quiere abrirse paso en mi coño. Noto el glande entrando sin ninguna ...
... dificultad, pues estoy empapada entre mis propios fluidos y las babas que me ha dejado en toda la zona, estoy más que lubricada. Acaricia mi espalda hasta agarrarse a mi moño que a esas alturas está totalmente desmadejado.
Tirando de mi pelo, me inserta de golpe su polla hasta lo más hondo de mi coño, logrando que lance un grito levantando mi cabeza. Me ha llenado por completo, incluso el tipo sigue empujando su cuerpo contra el mío, empotrándome con su peso sobre el capó, creyendo que me va a aplastar. Lanza un intenso gemido y tras agarrarse a mis caderas empieza a follarme fuertemente contra su coche. Mis pechos se aplastan incesantemente contra la chapa del taxi y solo se escuchan mis tacones chocar contra el suelo como si fuera un taconeo lento cada vez que su polla entra y sale de mi coño.
- ¡Dios, preciosa, que estrechita eres! - me grita, mientras me agarra con las dos manos de mi pelo follándome con rudeza, como la auténtica perra que soy.
Me encanta sentir ese miembro entrando bruscamente en mi coño, tan diferente a como lo ha hecho siempre mi esposo, con delicadeza, con tanto cariño… Ahora, este desconocido me está follando bruscamente, de forma ruda y traicionera, pero me encanta sentirme llena con esa gorda verga que arranca los más intensos gemidos y gritos que nunca solté con mi esposo. Mi coño se aferra a su poderosa polla, sin querer que nunca se salga, sintiendo un enorme gusto con ese vaivén incesante del choqueteo de nuestros cuerpos y el sonido de ...