Mi primera vez en muchas cosas
Fecha: 07/06/2018,
Categorías:
Primera Vez
Autor: remyvelez, Fuente: CuentoRelatos
... calentura eran casi absolutas. De vez en cuando lo miraba y él estaba sentado tocándose la polla mientras me clavaba sus ojos.
Paco paró y se puso de pie. Inmediatamente me arrodillé y le abrí la bragueta para bajarle el pantalón y los calzoncillos, liberando su polla para llevármela a la boca. En el último instante me la apartó y yo me quedé mirándolo como un tonto. Me dijo:
- Si no me dices lo que quieres no te puedo ayudar. Dime qué quieres.
- Polla -dije tímidamente.
- No te he oído.
- Quiero polla -dije de nuevo.
- Más alto.
- ¡Quiero polla!
- Dile a Vicente qué quieres y para qué la quieres.
Con la voz ronca por lo caliente que estaba, miré a Vicente y grité:
- ¡Quiero una polla para comérmela y que me folle, joder!
Sin decir nada más Paco me la metió en la boca y empecé a comérsela y a metérmela hasta el fondo, con los ojos cerrados y sintiendo su sabor que aplacaba mis ansias. Él no se movía, yo solo me la empalaba hasta el fondo y la sacaba de nuevo para volver a empezar otra vez. Después de unos minutos así, abrí los ojos y vi a su amigo completamente desnudo, mirándonos mientras se masturbaba y me di cuenta de que era la primera vez que un tío me veía comerme una polla y encima con ese hambre insaciable, lo que hizo que las escasas inhibiciones que me quedaban desaparecieran y empecé a mirarlo con mis ojos de vicio mientras le hacía la mamada a Paco, que entonces me dijo:
- ¿Quieres más?
- Si -le contesté yo con su polla aún ...
... en la boca.
- Sácate esa polla de la boca y dímelo fuerte.
- ¡Sí! ¡Quiero más polla! -grité, para que hasta los vecinos me oyeran.
- No es a mí a quien tienes que pedírsela, la mía la tienes.
Me giré hasta Vicente mientras masturbaba la polla de Paco con las manos y grité:
- ¡Dame tu polla también, quiero dos pollas para mí!
En un segundo él estaba frente a mí y me lancé a meterme su polla en la boca. Era más larga que la de Paco, pero menos gruesa y metérmela hasta el fondo me daba arcadas, pero insistí. Mientras lo hacía, Paco me restregaba la suya por mi cara y yo empecé a sentir los empellones de Vicente que quería metérmela y aguantaba con ella dentro. Noté que me atragantaba y junto a la saliva empezaron a caerme lágrimas, pero lo más raro fue que gustaba.
Pronto llegaron los primeros síntomas de asfixia y esa sensación, con otra polla dándome golpes en la cara y dos tíos mayores que yo mirándome con tanto deseo hizo que pese a que me pajeara lentamente, me empecé a correr a borbotones, entre espasmos, que pusieron todo perdido, pero no paré ni intenté sacármela de la boca.
Seguí con las dos y las fui alternando una y otra mientras ellos me animaban y me decían lo tragón que era y lo bien que lo hacía. Mi calentura no había bajado y yo masturbaba y chupaba las dos pollas como si no hubiera un mañana absorto totalmente por el vicio, cayéndoseme la saliva por todo el cuerpo y goteando con mi corrida entre mis piernas.
Después de varios minutos ...