Fiesta voyeur - Relatos Eróticos

Fiesta voyeur

... las parejas llegó a más, ella arrodillada, le mamaba a él, aunque no muy grande si gorda y cabezona polla, la mujer tenía que forzar la comisura de sus labios para que le entrara en su cavidad bucal, pero al notar que su pareja estaba a punto de llegar al clímax y eyacular ante la vista de todos los demás, paro en seco, dejándolo caliente y excitado, como a todos los espectadores.

Durante la cena ya estábamos todos más sueltos, alguno que otro jugaba con la comida en el cuerpo de su pareja, alguna de ellas se la comían de forma sugerente, todos desnudos, nadie se había molestado en ponerse la ropa interior, pero todos llevábamos las máscaras,

Por fin llegó la noche, y los espectáculos, primero actuó el stripper, luego ella, todos comentábamos como echábamos de menos un local donde ver en pareja este tipo de espectáculos. Los hombres ya estábamos todos empalmados, las mujeres inquietas, algunas apretaban sus muslos para intentar darse placer.

b

La siguiente actuación era la pareja follando delante de todos, cambiaban repetidamente de postura e incluso utilizaban juguetes y vibradores, las parejas ya estaban aumentando las caricias mientras veían el show, cuando terminó este, ya casi nadie se dio cuento, todos estaban interactuando con sus parejas y sin perder detalle de lo que hacían las demás, los más jóvenes ya utilizaban uno de los columpios, ella subida y su novio de rodillas con su cabeza entre sus piernas comiéndole su coño y con dos dedos en el interior ...

... de su vagina, los sillones estaban también ocupados y otra pareja, ella a perrito y el fallándola desde atrás, no perdían detalle de lo que en ellos ocurrían y esperando su turno para utilizarlos, yo y mi mujer utilizamos el columpio que se encontraba libre, pero de tal forma que no perdiéramos la visión de todos los demás, su coño estaba chorreando y mi polla dura como hacía tiempo no recordaba la profanaba, otra pareja estaban realizando un perfecto 69, y una de ellas la que más espectadores tenían en ese momento, incluso algunas pararon para no perder detalle, era doblemente penetrada por un juguete en su coño y la polla de su marido en el culo.

Todo parecía una orgía, pero cada uno con la suya o el suyo, las corridas y orgasmos se sucedían, los gemidos y gritos de placer se mezclaban con la música, algunas mujeres en sus rostros y pechos mostraban las secuelas de las corridas de sus maridos, otras mostraban como de sus agujeros escurría la leche de sus parejas después de haberlos ordeñados. Pero con la visión que teníamos, no tardábamos mucho en estar otra vez dispuestos para seguir follando. En el ambiente se notaba que algunos de los participantes, deseaban interaccionar entre ellos, pero como decía las normas el intercambio estaba prohibido, aunque creo que en la intimidad de los dormitorios algo pudo pasar.

Uno de los más mayores también tubo se minuto de gloria, cuando después de haberse corrido en el interior del coño de su esposa, se lo lamió y comió sin ...