Mi exprofesora del colegio, mi profesora del sexo (Parte 2)
Fecha: 13/06/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: chico807, Fuente: CuentoRelatos
... mucho, los dos podíamos movernos, ella movía su vagina para que mi pene entrara, yo le ayudaba entrando y saliendo.
De esa posición pasamos a estar ella sobre mí, y después de un momento en esa posición eyaculé como nunca en la vida.
Fui al baño para limpiarme y luego nos acostamos juntos. Hablamos un poco y nos dimos algunos besos pequeños, esos besos empezaron a volverse más largos, empecé a acariciarla, a rozar mi cuerpo con el de ella, y en pocos minutos ya mi miembro estaba duro y listo para hacerlo de nuevo.
Intenté penetrarla, pero ella tuvo un problema y su vagina no estaba mojada, por lo que era doloroso para ambos, me retiré, no quería lastimarla, cambié eso por llevar mi lengua a su clítoris, y chuparla suavemente mientras me masturbaba. Supe que lo estaba disfrutando, eso era mejor que intentar penetrarla, y en lugar de dolor, la hacía sentir placer.
Dejé de masturbarme y le metí mis dedos en su vagina, que ya estaba húmeda y seguía humedeciéndose más mientras le hacía sexo oral. Vero empezó a gemir y arquear la espalda, y estaba tan húmeda que pensé que era buen momento, le chupé su vagina un momento más y luego le metí mi pene, ahora estaba tan ...
... húmeda que mi miembro entró sin problema.
Empecé a tomar ritmo, la tomé por la cintura e instintivamente, empecé moverme muy rápido, metía y sacaba mi pene con mucha velocidad, su cuerpo se sacudía, ver eso me encendía más, empezó a gemir mucho y se agarró sus tetas, estaba seguro de que la tenía cerca del orgasmo, seguía dándole rápido y le agarré sus tetas, bajé el ritmo y le di algunos empujones lentos, pero fuertes, luego volví a subir la velocidad.
Ese segundo round terminó justo como el anterior, Vero se colocó encima de mí y me montó por un momento hasta que no pude aguantar más y eyaculé. Le avisé que iba a hacerlo, porque no quería eyacular dentro de ella. Ella se apartó y dejó que mi leche saliera libre, luego tomó una toalla y me limpió.
Fue una experiencia muy buena, nos vestimos, nos dimos algunos besos y nos fuimos. El recuerdo de su sonrisa cuando estábamos sentados, y de cómo gemía cuando la follé rápido, son cosas que hasta el día de hoy aún me encienden.
Gracias a ella tomé confianza en mis habilidades en la cama, creo que me enseñó a coger bien, y las parejas que he tenido desde entonces, que tampoco son muchas, pero todas han quedado satisfechas.