1. La ducha de despues


    Fecha: 24/06/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... golpeaba con su vientre.
    
    Al sentir que estaba a punto de correrse me agarro del pelo y saco su pene de mi boca. Se sentó en el sofá y me obligo a sentarme a horcajadas, me acarició las caderas y las forzó para que se movieran en círculos. De repente se rompió el silencio que había reinado hasta ese momento, salvando el de gemido y susurros que podían haber hecho sonrojar a cualquiera, me miró a los ojos, me besó en los labios y al oído susurro:
    
    -Necesito irme dentro de ti ya.
    
    No necesité más incentivos, esas palabras hicieron arder mis oídos y mi sexo al máximo. Empecé a moverme rápido de arriba abajo mientras él pasaba de un pezón a otro besándolos y mordiéndolos. Y entre esa furia nos fuimos en un órganos que yo al menos había intentado controlar, al sentir su deseo desesperado me dejé llevar y al notar el calor de su semen abriéndose paso por las paredes de mi vagina y chorreando metí la mano entre su cuerpo y el mío y empecé a acariciar en círculos mi clítoris y entre las pequeñas descargas de ...
    ... espasmos que me llegaban a través de su pene, el liquido caliente que invadía todo mi sexo, los dientes de él que hacían retorcer mis pezones y mis dedos que sabían perfectamente lo que mi cuerpo buscaba y quería, los espasmos empezaron a sobrevenir, tantos y tan rápidos que me quedé recta y quieta, él apartó mi mamo y comenzó a apretar mi clítoris lo justo para terminar el trabajo. Eché la espalda hacía detrás, mis ojos se cerraron y mi boca se abrió casi desencajada.
    
    -Te queiro, no te puedes imaginar lo que me gusta verte disfrutar y corriéndote en mi mamo. Te quiero, te necesito, eres mi todo.- mientras me reponía del orgasmo mi marido no hacía más que repetir esas palabras. Y abrazados una encima del otro nos dormimos unos minutos.
    
    No sé el rato que estuve debajo del agua de la ducha recordando cada detalle, pero lo suficiente como volver a sentirme húmeda así que dirigí el chorro de agua caliente al rincón de mis excitaciones y ahí, sola, rodeada de vapor y velas, volví a correrme, pero esta vez solo para mí. 
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