Esperar, tiene su recompensa
Fecha: 29/06/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... puerta con su polla en la mano y me la metió hasta el fondo de una sola estocada, mi gemido
fue tan
fuerte que
temí
despertar a Lucia, pero no paso.
- ¿Tenias ganas de follarme cuñadito? - él me dio nalgadas fuertes y me tomo de las caderas,
follandome
con una fuerza
increíble
, casi con rabia,
podía
sentir sus gemidos casi como gruñidos.
Su polla crecía dentro de mí, me
corrí
a los
3 minutos
.
-Que apretada estas, me voy a correr tanto dentro de ti, voy a marcarte como mi perra- Dante se inclinó lamiendo mi espalda y rasgando por completo mi camiseta y apretando mis pechos tan fuerte, que dejo marcas rojas.
No podía creer que follar con el hermano de mi novia se sintiera así de genial, no podía pensar en nada
más
que en el sonido que mis jugos
hacían
cuando su polla chocaba con mi coño.
-No pares por favor, se siente tan rico- mi gemido fue tan fuerte que Lucia se
movió
, pero no hizo nada
más
, entonces Dante saco su polla.
Se acostó en la cama, su polla apuntaba al cielo, estaba completamente brillosa por mis jugos, me acerqué, subiéndome sobre él, puse mi coño en su boca y
metí
su gran polla en la
mía
.
Parecía un profesional, lamia mis pliegues y mi clítoris, metía su lengua hasta el fondo bebiendo mis jugos como si fuera agua, me corrí más de 2 veces, mientras chupaba con fuerza subiendo y ...
... bajando, presionando mi lengua contra su glande, sentí el semen chocar contra mi
garganta
e hilos de saliva
viscosa
caían por las comisuras de mis labios.
Me levante, su polla aún estaba dura, y yo necesitaba calmar mis ganas de follar, la puse en la entrada de mi coño, y cabalgue sin importarme nada
más
, Dante puso sus manos en mis caderas para acelerar el ritmo.
-Nunca pensé que la dulce chica rubia, fuera una puta- me excité aún
más
y mi coño
apretó
su polla con fuerza.
Me estaba follando como un loco y yo
gemía
como una demente, ambos dejamos de pensar que Lucia dormía a un lado e igual que unos
poseídos
nos corrimos gimiendo mojando la cama de mis jugos y su semen en el acto.
Después de los
últimos
espasmos de mi coño,
caí
rendida con mi cabeza en su pecho, Dante acaricio mi cabello y nos besamos.
Sabía que esto estaba mal, pero en este momento, no me importaba, y a Dante tampoco,
sentí
su polla rozando mi coño otra vez, sonriendo me
acerqué
a su oído.
- ¿Cuantas veces te puedes correr en una noche? - le susurre lamiendo su lóbulo, escuche un leve gemido y su polla ponerse
aún
más
dura.
-Cuéntalas después de que te llene de semen tu lindo coño y tus grandes pechos- sonreí ahogando un gemido en su boca, cuando me
metió
su polla de un solo golpe sin aviso,
haciéndome
correr con fuerza de una vez.