1. Mi profesora, mi compañero y yo (Parte 3)


    Fecha: 30/06/2022, Categorías: Bisexuales Autor: OscarM20, Fuente: CuentoRelatos

    A Caleb le temblaban las piernas mientras eyaculaba en el interior de Sasha. Yo presencié como su palpitante y venoso miembro entraba en la hermosa vagina de nuestra profesora. Eyaculó dentro y poco tardo todo ese esperma en desbordarse del coño tembloroso de Sasha y escurrir hasta mi cara. Calientes hilos de semen me bañaban la mejilla, fue hasta que Caleb sacó su pene que una pequeña cascada de semen me cayó de lleno en los labios. Caleb dejó su colorado glande a escasos centímetros de mi rostro, una gota de semen aún se asomaba de su uretra. Me relamí el semen de los labios y lo tragué. Su sabor era muy fuerte y tragarlo hizo que me raspara la garganta. Casi al instante después de hacerlo, Caleb acercó aún más su pene hacia mi boca.
    
    "¿Quieres más?", me dijo, y sin darme tiempo para responder, me puso el glande en los labios. Yo comencé a lamerlo tímidamente. Me encantaba la idea de lamer una vergota como aquella, más aún después de que esa misma verga tan varonil eyaculase en el interior de una mujer tan perfecta como Sasha. Mi lengua le recorrió un poco el glande y fue en ese momento que me percaté de lo grande que era en realidad. Su sabor era ligeramente salado y tenía bien marcado el olor a esperma y vagina de Sasha. Caleb se puso las manos en la nuca y echó sus caderas al frente, mostrando su pene de manera más dominante y dejando su glande a la altura de mi barbilla.
    
    "Deja te enseño", me dijo Sasha y se quitó de encima de Caleb, se acostó sobre mí y juntos ...
    ... comenzamos a recorrer con nuestras lenguas ese pene tan hermoso. Caleb me metió las manos por debajo de las axilas y me jaló hasta la orilla de la cama, Sasha encima de mí mi cabeza colgando del borde.
    
    "Te va a gustar, aunque duela al principio", me dijo Sasha y entonces agarró con fuerza mis hombros y sentí las fuertes manos de Caleb agarrándome por las sienes de la cabeza. Alineó mi boca con su miembro de tal forma que mi garganta quedaba recta y, sin piedad alguna, me obligó a abrir la mandíbula presionándome por abajo de los pómulos con los pulgares. Lo siguiente que siento es cómo mi garganta se rompe, se desgarra y es penetrada por un pene tan grande que no me dejaba respirar. Me dolió como nunca nada me había dolido y entonces sentí como cada vena, cada curva, cada músculo del pene de Caleb se movía en mi interior mientras echaba las caderas hacia atrás y me daba un llegue en la boca. Intenté gritar, pero su pene taponaba mis gritos y sus huevos me golpeaban la cara cada vez que meneaba las caderas.
    
    "Estás bien apretado", me dijo y entonces Sasha me acarició la garganta, allí donde el pene de Caleb estaba marcadísimo y dijo "Ya lo estás estirando, bebé": Yo de verdad entré en pánica y, antes de darme cuenta, me estaba ahogando con un pene. Comencé a darle palmadas a Caleb en las piernas y en el pubis, pero me tenía bien agarrado y fue hasta que estuve en mi límite que sacó el pene y me dio una cachetada al hacerlo. Yo estaba recuperando el aliento cuando Sasha ...
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