Carla y el rodaje
Fecha: 01/07/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... acostado imaginando cosas del rodaje en las que me veía involucrada, había acabado haciéndome una paja y me percaté de la cantidad de fluido que generaba. Hasta entonces no había sido consciente.
Después de comer me preparé en condiciones. Quería dar buena impresión así que me duché concienzudamente. Con una buena limpieza hasta el fondo de todos mis orificios. Por si acaso, me dije.
Busqué la ropa interior más sexy que tengo. Un conjunto blanco de tela muy fina, elástica y escasa, que no me suelo poner porque se me marca el coño y los pezones. El sujetador, de tipo bandeau, sin tirantes.
Después una blusa y una falda plisada corta, hasta la rodilla. Todo en blanco. Tenía más pinta de pija dirigiéndose a jugar al tenis que de asistente a una grabación de videos porno.
Al salir de casa me encontré con tres chicos que son de la vecindad.
Son unos caraduras y siempre que me ven me provocan y me dicen barbaridades.
Fieles a su costumbre, caminaron detrás de mí, comentando:
Hoy estás muy guapa. Sería un buen dia para follarte. - dijo el que siempre empieza.
Yo también me apunto. Seguro que te caben dos pollas en tu coñito. - dijo el otro.
Donde caben dos, caben tres. Yo también quiero remover la mía en uno de tus agujeros.- remató el tercero.
Acostumbrada a sus comentarios, les envié una mirada de desprecio aunque interiormente me sentía alagada. Eran algo más jóvenes que yo y seguramente estarían todo el día mendigando sexo.
La miel no está hecha ...
... para la boca del cerdo.- comenté en voz baja mientras me alejaba.
Llegué pronto al lugar, los bajos de un edificio. Me sobró casi media hora. Llamé preguntando por Carla. No había llegado. Me dejaron entrar. Una tal Elena me recibió. Me preguntó si venía a actuar. Le expliqué que me había invitado Carla a ver la grabación.
Sígueme, Carla no tardará. - me dijo.
Me llevo por un ancho pasillo con puertas a ambos lados y otra puerta grande al final. La abrió y entró, invitándome a pasar.
Era un estudio grande. Con paredes muy altas. En la pared izquierda había una gran cama y, más allá, un gran sofá. Varias cámaras fijas, focos y pantallas de luz rodeaban ambos ambientes. En la pared derecha había una cabina de control con un gran ventanal y una puerta y dentro se apreciaba una mesa llena de botones y varios monitores grandes. A su lado, una puerta grande, cerrada, parecía dar acceso a un almacén y al lado otra puerta también cerrada.
Enfrente había un aparador muy largo y encima una máquina de café, varias bandejas con entrantes y diferentes tipos de bebidas, incluido botellas de agua. Tenía más pinta de fiesta que de otra cosa, salvo porque en uno de los estantes, varios juguetes sexuales se apilaban sin orden concreto.
En cada pared, en la parte superior, dos grandes televisores inclinados hacia el centro del estudio.
Unas cuantas sillas estaban dispersas por la sala.
Un chico y una chica revisaban unas cámaras de grabación. Elena me los presentó como ...