Casa en ruinas
Fecha: 11/07/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos
... pasión, arranqué tu tanga, y me dispuse lamer todo aquel sexo depilado, donde mis dedos habían resbalado antes, entre tu humedad y la falta de vello. Mi lengua pasaba por tu rajita, sin parar intentando entrar, acariciando tu clítoris. Unos de mis dedos te penetraban, mi lengua se movía en círculos en tu clítoris y mi otra mano se había metido entre tu camiseta acariciando tus pechos.
Tus gemidos se oían por toda la casona en ruinas y cada vez te movías más delante de mi cara. Tanto era el placer que agarraste mi cabeza y empezaste a correrte con la excitación de mi juego de lengua.
Seguí un poco más moviendo mi lengua en esa zona hasta que me levanté y empecé a lamer tus pezones duros, a comerte la boca con el sabor aun de ti. Era tal la pasión que me pedias que te penetrara, que no podías aguantar más, al igual que yo.
Me paraste en seco y me dijiste que me pusiera el preservativo, te conteste que no llevaba encima y tu bolso estaba en el jardín donde estaban celebrando el cumpleaños de nuestra amiga, la verdad es que ninguno queríamos correr riesgos y lo único que se nos ocurrió es hacer un anal.
Tras reflexionarlo algunos minutos me dijiste que, si sabía hacerlo por detrás, por el culo, yo alguna experiencia había tenido antes, así que acto seguido te di la vuelta, te volví a levantar la falda y yo me puse a empezar con los preliminares para dilatarlo un poco. Jugaba con mis dedos, te daba algún azote, acariciaba tus nalgas, te pasa mis manos por todo el ...
... cuerpo para relajarte, dejaba caer saliva de vez en cuando para ir introduciendo muy poco a poco la yema de uno de mis dedos.
Yo agarraba mi miembro para empezar a penetrarte, intentaba meterla, pero no entraba y te dolía muchísimo, por lo que me agaché y escupí en tu ano y acto seguido lo volví a intentar. Empezó a entrar, más que dolor era escozor, pero ya estaba casi dentro por lo que aguantaste el dolor y te secaba algunas lágrimas.
El pene entró entero, el dolor persistía y mucho por lo que le dijiste que esperara a que el dolor pasase un poco, así cuando pasó un poco el dolor (tu culo se empezaba a dilatar) empezaste tú con los movimientos suaves, no querías que lo hiciese yo, ya que si ya te dolía si yo empezaba las embestidas ibas a sufrir y mucho. Así estuvimos varios minutos y yo entendí el mensaje. Tu culo empezó ya a hacerse a mi miembro, por lo que paraste de moverte y me dijiste que empezara, pero con mucho cuidado y así hizo los primeros 30 segundos. Dios que dolor gritaba.
Para no más, me haces mucho daño, para hijo de puta, no quiero más, me duele mucho, obviamente yo controlaba, hacía caso omiso y las embestidas iban a más, sabía que te acabarías acostumbrando. Te cogía de las caderas y empujaba más y más, mis testículos golpeándote. Al cabo de un minuto empezaste a gozar, los gritos de dolor acabaron siendo gemidos de placer, dejarías que terminase. Estuvimos una media hora follando, bueno destrozándote.
Joder, cabrón como aguantas hay detrás, me ...